martes, 19 marzo 2024
Search
Close this search box.
Search
Close this search box.

El mundo expectante ante la posible liberación de patentes de vacunas contra la COVID-19

Biden está a favor. Alemania defiende “la protección de la propiedad intelectual” y el resto de los gobiernos de la Unión Europea debatirán este viernes sobre la idea de suspender temporalmente las patentes de las vacunas. | Foto cortesía

“Esto es una crisis global de salud y las circunstancias extraordinarias de la pandemia requieren medidas extraordinarias”. De esa forma, la secretaria de Comercio de Estados Unidos, Katherine Tai, anunció el respaldo de su gobierno a la liberación temporal de las patentes de vacunas contra la COVID-19 para que se puedan producir en otros países.

Se trata de un paso sin precedentes en el tiempo que ha transcurrido y como respuesta a una propuesta que tiene varios meses rodando en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC), apoyada principalmente por los gobiernos de India, Sudáfrica y grupos de defensa global.

 

Los países que lideran las iniciativas para liberar las patentes también apelan a la Declaración de Doha adoptada por los miembros de la OMC en 2001, en la que se afirmó que los aspectos de derechos de propiedad intelectual no deben impedir que los miembros adopten medidas para proteger la salud pública.

El medio estadounidense CNN reseñó que, antes de su participación en el Consejo General de la OMC y su posterior anuncio, la secretaria Tai y otros funcionarios “se reunieron con más de dos docenas de partes interesadas en el debate sobre la patente”, entre ellos socios comerciales, expertos, grupos laborales y los principales fabricantes.

El apoyo de EE UU a la exención llega en un momento en el que la vacunación avanza a ritmo lento en países en desarrollo y la COVID-19 hace estragos en naciones, principalmente, de Sudamérica y Asia, como Brasil e India. Actualmente la India es el epicentro de la enfermedad, con más de 380 mil casos diarios reportados.

Las decisiones de la OMC requieren consenso unánime de sus 164 miembros.

Reticencia en Europa

La presidente de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, aseguró –luego del anuncio de Estados Unidos– que “la Unión Europea (UE) también está lista para discutir cualquier propuesta que se ocupe de la crisis de forma eficiente y pragmática”.

El gobierno de Angela Merkel destacó la importancia de que las patentes de las vacunas contra el coronavirus sigan protegidas, luego de que Estados Unidos se mostrara a favor de suspenderlas

Otros países de la UE, y Suiza, también se han pronunciado a favor de estudiar el caso. La directora de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, resaltó la “necesidad de abordar el acceso equitativo a las vacunas”, mientras que el director de la OMS, Tedros Adhanom, calificó la decisión como “momento monumental”.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea iniciarán este viernes la reflexión sobre la idea de suspender temporalmente las patentes de las vacunas desarrolladas contra el coronavirus, en un debate que los Veintisiete abordan con muchas reservas pero que se ve forzado desde Washington por el anuncio el miércoles del presidente estadounidense, Joe Biden, de que apoya liberalizar la producción de los sueros mientras dure la pandemia.

Hasta ahora la mayoría de las capitales se habían mostrado reticentes a esta idea y desde Bruselas se había insistido en que para la UE la primera opción debía ser apostar por impulsar la producción y exportación de vacunas a los países pobres, una dinámica que los Veintisiete han asumido pero que no ha sido seguida por países como Estados Unidos o Reino Unido.

¿Qué es una patente? 

Una patente comercial es un conjunto de derechos exclusivos que concede un Estado, institución u organismo al inventor o inventores de un producto o servicio e impide que terceros la utilicen sin su consentimiento.

En la industria farmacéutica, cada empresa patenta su descubrimiento, bien sea material sanitario, medicamento o vacuna, para que nadie más pueda fabricarlo, salvo que lleguen a acuerdo mutuo, como sucede con algunos fabricantes que producen las vacunas en países como India, Brasil o Chile.

La propuesta de liberación de patentes elevada a la OMC por India y Sudáfrica pretende que se suspendan los derechos de propiedad intelectual de las vacunas mientras dure la pandemia para así aumentar la producción en laboratorios y fábricas de países en desarrollo y hacerlas más asequibles.

Aunque, tal y como reseña BBC Mundo, una suspensión temporal de las patentes no sería suficiente para acelerar el acceso a las vacunas, pues se requieren conocimientos técnicos e información sobre seguridad que “muchas veces se mantienen como secretos comerciales de las farmacéuticas”.

Otras propuestas sobre la mesa… 

En mayo de 2020, la OMS y 38 países firmaron el lanzamiento de la plataforma Acceso Mancomunado a Tecnología contra la COVID-19 (C-TAP, por sus siglas en inglés) que, al igual que el mecanismo Covax, forma parte del programa ACT-Accelerator, una alianza global con la que se pretende poner fin a la fase aguda de la pandemia.

Sin embargo, con todo y los defectos y tropiezos que ha tenido Covax, el C-TAP no ha tenido el impacto esperado, principalmente por obstáculos como el de las patentes y la falta de apoyo real de las naciones más poderosas. En teoría, el C-TAP permitiría distribuir equitativamente el conocimiento, información y derechos de propiedad intelectual del ámbito científico relacionado con la COVID-19.


Los países que lideran las iniciativas para liberar las patentes también apelan a la Declaración de Doha adoptada por los miembros de la OMC en 2001, en la que se afirmó que los aspectos de derechos de propiedad intelectual no deben impedir que los miembros adopten medidas para proteger la salud pública.

Ello en respuesta a que, para entonces, aumentaba la preocupación sobre si las normas de patentes pudieran restringir el acceso a medicamentos en países en desarrollo, principalmente aquellos que buscaban controlar enfermedades como el VIH, la tuberculosis y la malaria.

La posición de las farmacéuticas 

Desde que inició el debate sobre la liberación de patentes relacionadas con la COVID-19 en la OMC, la Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas (Ifpma, por sus siglas en inglés) ha partido del principio de que los verdaderos problemas son las barreras comerciales que afectan la producción.

En diversas oportunidades, la Ifpma ha denunciado que los cuellos de botella en la distribución, la falta de ciertas materias primas y el acaparamiento de dosis por parte de países desarrollados han sido los factores determinantes en la escasa vacunación de las economías en desarrollo.

Ifpma calificó en un comunicado como “decepcionante” la decisión del Gobierno de Estados Unidos pues, a su juicio, “una exención es la respuesta simple, pero incorrecta, a un problema complejo”. De hecho, resalta que renunciar a las patentes no aumentará la producción ni “proporcionará las soluciones prácticas necesarias”.

¿Qué sigue? 

Se espera que India y Sudáfrica presenten a mediados de mayo una nueva propuesta de liberación de patentes ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), según informaron el 30 de abril en la reunión del Consejo sobre los Acuerdos de Propiedad Intelectual (Adpic). La última propuesta fue hecha en octubre.

En total, 60 miembros de la OMC –principalmente de ingresos bajos– han copatrocinado la propuesta de India y Sudáfrica, entre ellos Venezuela, Bolivia y Egipto. Se espera que el debate a fondo quede pautado para junio, pocos días después de la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS.

En ese lapso, los países proponentes buscarán sumar más apoyos al movimiento en el que también hacen lobby organizaciones no gubernamentales, aunque esta vez contarán con el impulso del cambio de tono de EE UU y la voluntad de otras naciones desarrolladas.

[Este trabajo firmado por el periodista Alberto Torres (@albertotorresm_)  fue publicado originalmente por el medio Crónica Uno. Se añadieron datos de la agencia alemana DPA]