viernes, 29 marzo 2024
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“Queremos transformar la práctica de la construcción tradicional en un modelo sostenible”

El Consejo Venezolano de Construcción Sostenible participa por primera vez en la semana dedicada por distintas organizaciones en el mundo a este tema. Sus miembros aseguran que, en Venezuela, la prioridad se centra en un consumo eficiente de los recursos en medio de la crisis de los servicios, pero destacan que la construcción sostenible va mucho más allá. | Foto William Urdaneta

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Más de 40 miembros del sector privado de la construcción, gremios del ramo, académicos y profesionales de distintas disciplinas dan pasos hacia la sostenibilidad. Organizados en el Consejo Venezolano de Construcción Sostenible (CVCS), resaltan que este tipo de construcción procura una mayor eficiencia energética y en el consumo de recursos y, por lo tanto, mitigación y adaptación frente al cambio climático.

La construcción sostenible parte desde la elección de los materiales y la ubicación e integra otras variables como la eficiencia hídrica, la reutilización del agua, el manejo de los residuos, el uso de energías renovables, la relación con el entorno urbano y el ambiente, entre otros factores.

 

Un entorno construido resiliente genera empleos verdes y apoya la regeneración de recursos y sistemas naturales, proporcionando beneficios socioeconómicos a través de una economía circular próspera”
Arturo Rico, presidente del Consejo Venezolano de Construcción Sostenible (CVCS)

 

En Venezuela hay contados ejemplos de aplicación de tecnologías de eficiencia energética o prácticas sostenibles con el uso de paneles solares, sistemas de recolección o reutilización de agua, motivados principalmente por la crisis de los servicios públicos. Lo que el CVCS, miembro del World Green Building Council, espera es que la sostenibilidad esté en la concepción inicial del proyecto y se construya con visión a largo plazo.

Arturo Rico, presidente del consejo, destacó -durante un seminario en línea por la Semana de la Construcción Sostenible- que buscan promover la transformación de la práctica de la construcción tradicional en Venezuela “en un modelo sostenible que mejore el bienestar de la población actual, evitando comprometer las necesidades básicas y la calidad de vida de las generaciones futuras”. Para una sostenibilidad integral se centran en tres ejes: acción climática; salud y bienestar, y recursos y circularidad.

“Construyendo la resiliencia” ha sido el lema del encuentro virtual. “La resiliencia en nuestro país no es extraña”, dijo José Solano, consultor técnico del CVCS, al mencionar la capacidad de adaptación en el país a situaciones anormales como las fallas eléctricas o la falta de agua. La resiliencia en la construcción, detalló, implica estar preparados para hacer los diseños más eficientes y adaptables a la escasez de agua, fallas eléctricas, baja disponibilidad de materias primas, entre otros problemas.

La resiliencia en la construcción, detalló Solano, implica estar preparados para hacer los diseños más eficientes y adaptables a la escasez de agua, fallas eléctricas, baja disponibilidad de materias primas, entre otros problemas

Sin embargo, no solo esto debe motivar el cambio. De acuerdo con Naciones Unidas, más de la mitad de la población mundial vive en zonas urbanas. Solano precisó que los edificios son responsables del 38% de las emisiones de carbono relacionadas con la energía a nivel mundial y del 50% de los materiales extraídos y, para 2050, se espera que el parque de edificios del mundo se duplique, con lo cual la demanda de recursos acelerará el cambio climático, “todo mientras los edificios ineficientes y poco saludables están afectando nuestro entorno y la salud de las personas”.

Planteó que la iniciativa mundial es avanzar hacia la emisión cero de carbono de las edificaciones. Para 2030, la meta es bajar en 40% el carbono incorporado en edificios nuevos y renovaciones con una reducción de carbono asociado a los procesos de extracción de recursos, manufactura, transporte y construcción. Para 2050, los edificios nuevos deben tener cero carbono incorporado y los existentes, cero carbono operacional.

La construcción sostenible está relacionada con 11 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), indicó, por lo que construir con principios de resiliencia permite un mayor acceso a entornos saludables. “Un entorno construido resiliente genera empleos verdes y apoya la regeneración de recursos y sistemas naturales, proporcionando beneficios socioeconómicos a través de una economía circular próspera”.

Las construcciones sostenibles tienen ya un camino andado en varios países de América Latina. Los miembros del CVCS señalan que no pueden esperar por políticas gubernamentales en este sentido, por lo que esperan avanzar, desarrollar guías de buenas prácticas e influir desde su área en los tomadores de decisión.

Oportunidad de actualización y mejora 

Carlos Dobobuto, vicepresidente del CVCS, resaltó que construir sin buenas prácticas genera mayor costo. En cambio, construir bajo los principios de sostenibilidad propicia ahorro de recursos, menos costos operativos y más confort. Con miras al futuro, presentaron dos certificaciones disponibles en este sector.

“Creo que nuestro país tiene gran capacidad de actualización y oportunidad de mejorar las infraestructuras existentes”, dijo, durante una charla sobre la certificación LEED (Leadership in Energy & Environmental Design) del Consejo de Construcción Verde de Estados Unidos, un conjunto de medidas que simbolizan el compromiso de la edificación con el ambiente. Pueden certificarse proyectos nuevos o existentes, sin importar el sector o el tamaño.

 

De lo poco que se está construyendo (en Venezuela), la mayoría de las infraestructuras tienen altos consumos de energía, no se cuida la calidad del aire interior”
Carlos Dobobuto, vicepresidente del CVCS

 

“De lo poco que se está construyendo (en Venezuela), la mayoría de las infraestructuras tienen altos consumos de energía, no se cuida la calidad del aire interior”, agregó.

El consultor técnico del consejo, José Solano, explicó los detalles de la certificación EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies), un sistema desarrollado por el Banco Mundial, que se basa en eficiencia energética, hídrica y en el uso de materiales. El estándar es de 20% de ahorro.

La certificación, indicó, contribuye a una mejor imagen, posicionamiento, sistematización de la información y la comunicación y tener un marco de referencia para evaluar el desempeño. Las edificaciones tienen mayores precios de venta, ciclos de venta más rápidos, menores costos de servicios, reducción de emisiones a bajo costo, entre otros beneficios.