viernes, 19 abril 2024
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Sin mapas de alcantarillado y con maquinaria prestada rescatistas continúan búsqueda de joven desaparecido desde el sábado

Familiares, vecinos y amigos exigen apoyo al Estado. “No esperemos que sea demasiado tarde”, suplicó Marcos Pereira, padre del menor. | Foto William Urdaneta

@g8che

El joven de 16 años desaparecido el sábado por la tarde mientras buscaba prendas de valor en alcantarillas de la Parroquia Cachamay, de Puerto Ordaz, cumplió este lunes tres noches extraviado.

Luego de una infructuosa búsqueda todo el domingo, las labores se retomaron este lunes bajo las mismas condiciones: con equipos prestados, sin mapa de alcantarillado y sin la respuesta oportuna de equipamiento por parte de las autoridades del estado Bolívar a los rescatistas, bomberos y Protección Civil.

El menor de edad desapareció el sábado en la tarde mientras buscaba piezas de valor junto a Leonel Lara, de 28 años, quien fue hallado muerto en una de las alcantarillas cercanas a la iglesia Virgen del Valle de Puerto Ordaz. Desde el momento del suceso se presume que los hombres se asfixiaron bajo tierra y que el menor, tratando de buscar salida, terminó en las cloacas de la urbanización Orinoco.

 

Necesitamos ayuda, el llamado es a ponerse la mano en el corazón, es una vida la que está allí, necesitamos sacar a ese niño”.

Pese a que este lunes contaban con martillo eléctrico y extensiones, los equipos de búsqueda todavía no tenían un mapa que los guiara a la conexión de las aguas negras, para ubicar la entrada de las alcantarillas en las que podría estar el joven. “Sin las herramientas tenemos las manos atadas”, cuestionó Marcos Pereira, padre del menor.

Durante la mañana de este lunes se cavaron más de tres huecos en el asfaltado, pero seguían sin hallar al menor de edad y familiares y vecinos empezaban a desesperarse. Un rescatista señaló que la búsqueda podía agilizarse si contaran con una retroexcavadora, el mapa con las conexiones y un detector de metales para encontrar con mayor precisión y rapidez las tapas de salida.

“La gente está trabajando, pero no tiene las herramientas necesarias”, exclamó desesperado Pereira. “Me gustaría que el Estado me prestara el apoyo, que entiendan mi dolor como padre de familia”.

Pereira recriminó a su vez que se haya detenido la búsqueda durante la noche del domingo, cuando deberían trabajar de forma constante y con relevo. “Se trata de una vida”.

Insistió en que necesitan avanzar con mayor rapidez y precisión. “Posiblemente esté con vida esperando que lleguemos al lugar, pero no tenemos las herramientas necesarias, no esperemos que sea demasiado tarde”, insistió.

Sin avances 

Durante la tarde de este lunes la situación no mejoró, los funcionarios de rescate taladraron el asfaltado de la calle Oriente de la urbanización Orinoco sin encontrar rastros del menor. A las 4:00 de la tarde recibieron un mapa con supuestas coordenadas que reflejaba que no había tapas de alcantarilla en la calle Oriente y que las posibles entradas están en la avenida principal de Castillito.

Con la intención de encontrar una tapa de alcantarilla que permitiera dar con la conexión desde un punto más lejano, los funcionarios taladraron más de dos metros de la avenida, pero no encontraron ninguna tapa.

La labor de los funcionarios se ha realizado con maquinaria prestada | Fotos William Urdaneta

A las 5:00 de la tarde parientes, vecinos y amistades del menor desaparecido amenazaron con una posible tranca de no encontrarse el cuerpo la noche del lunes.

Luego de que Pereira pidiera trabajar en la calle Oriente y romper la tubería de aguas negras, funcionarios de rescate accedieron nuevamente a trasladarse hasta ese punto y retomar las acciones en el punto donde trabajaron el domingo.

Con el caer de la noche y el pasar de las horas, los trabajos de búsqueda se volvieron cuesta arriba. El taladro eléctrico con el que estaban picando las calles se averió y no volvió a encender. Vecinos de Los Arenales retomaron labores de forma manual con picos y palas, mientras en silencio la comunidad observaba conmocionada.

“Necesitamos ayuda, el llamado es a ponerse la mano en el corazón, es una vida la que está allí, necesitamos sacar a ese niño”, pidió Octavio Rodríguez, vecino del joven desaparecido.

El hombre desde el sábado estaba colaborando en la búsqueda del menor y aunque agradeció el apoyo de vecinos y cuerpos de rescate, resaltó que necesitan más maquinaria para completar el rescate. “Necesitamos más apoyo, las herramientas necesarias”.

“Tres días en esto y no ha habido ningún resultado”, cuestionó Daniel Sulbarán, uno de los conocidos del joven a las 6:45 de la tarde. “Estamos dolidos, necesitamos recuperar el cuerpo”.

En ese momento, Sulbarán estaba creando de forma improvisada con una botella de plástico, anime y una lámpara, una especie de sumergible donde mete una cámara acuática para grabar dentro de las tuberías y dar con el cuerpo del menor o alguna posible tapa de salida, pero tampoco pudieron visualizar nada.

Hasta las 9:00 de la noche y pese a las labores que se realizaban en la calle Oriente, de la urbanización Orinoco, parientes, conocidos y rescatistas seguían sin encontrar al joven.

Empujados a las alcantarillas

La práctica de recoger piezas de valor en alcantarillas se viene realizando en el municipio Caroní desde hace cuatro años. La labor es similar a la actividad de los garimpeiros del río Guaire en Caracas y desde 2016, ante el incremento de la pobreza se ha vuelto una alternativa para muchos buscar restos de cobre, plata u oro que se encuentran en el agua contaminada para subsistir.

Bolívar, el estado que otrora significó oportunidades de trabajo digno en las empresas básicas, hoy tiene a 5 de cada 10 personas desempleadas, índices peores que los de estados como Sucre o Yaracuy, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi).

Aunque hasta hace 15 años, Bolívar era promovida como la principal alternativa económica y no petrolera del país, hoy en día el gobierno cambió su vocación estratégica por la explotación de oro en las minas, algo que no ha significado mejoras en las condiciones de vida de los ciudadanos.

Ante la falta de oportunidades de trabajo formal por la destrucción de las empresas, la caída de los salarios y la pobreza extrema que afecta a casi 7 de cada 10 bolivarenses, más y más jóvenes prueban buscar en alcantarillas para obtener ingresos, aunque el costo sea arriesgar sus vidas.

Vecinos de la urbanización Orinoco y familiares del joven desaparecido estuvieron trabajando hasta las 2:00 de la madrugada del lunes