jueves, 28 marzo 2024
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Indígenas pemones capturaron a dos guardias nacionales en territorio brasileño

Los militares buscaban capturar a quienes trabajan en las trochas en las fronteras entre Brasil y Venezuela. Indígenas denunciaron que han sido amenazados y robados por los uniformados.

Dos soldados de la Guardia Nacional fueron capturados por indígenas pemones del municipio Gran Sabana, al sur de Bolívar, luego de que los uniformados los amenazaran en una trocha que conduce a la comunidad indígena Kawe, en territorio brasileño, durante la noche del lunes 27 de julio. Los militares fueron liberados horas después.

Aproximadamente a las 8:20 pm del día lunes, la Guardia Nacional ingresó a la jurisdicción indígena de San Antonio de Morichal. Fuentes de la comunidad informaron que buscaban detener a “trocheros” que cruzan la frontera por esta zona, pero estos huyeron hacia Kawe. En asamblea comunal, los habitantes de la comunidad indígena negaron que en el operativo militar se dieran disparos.

Los militares siguieron a los “trocheros”. A esa misma hora venían otras personas de la comunidad, algunos con cargas de comida, por las trochas. “Pararon a un grupo de brasileños entre los cuales habían unos jóvenes pemón y fueron ellos quienes se enfrentaron con los militares”, indicó un indígena, que pidió mantener su nombre en reserva por temor a represalias.

“Así fue que lograron neutralizar a esos militares en territorio brasileño. Les advirtieron cuando habían cruzado la frontera, pero los guardias nacionales les dijeron que nos les importaba ese hecho, que ellos podían matarlos y volver a Venezuela”, relató.

Fuentes de la zona explicaron que los militares venezolanos amenazaron también a habitantes de la comunidad indígena brasileña, quienes también participaron en el desarme y dieron parte a las autoridades brasileñas.

Al lugar acudió un capitán de la Guardia Nacional para mediar con el Ejército de Brasil y resolver el conflicto en los mejores términos.

La diputada del estado de Roraima en Brasil, Yonny Pedroso, confirmó lo ocurrido en la frontera entre ambos países y aseguró que se resolvió sin incidentes. “Recibí la noticia de que el conflicto en la frontera brasileña con Venezuela se resolvió sin ningún incidente grave. Como presidente de la Comisión de Relaciones Fronterizas de ALE (Asamblea Legislativa de Roraima) solicitaré más información al Ejército de Brasil para evaluar las medidas que se puedan tomar”, publicó Pedroso en su cuenta en Twitter, @deputadayonny.

Anterior a ese hecho, aproximadamente a las 4:00 de la tarde, había ocurrido otro incidente con los militares. Había entrada y salida de carros brasileños por las trochas, la principal vía que usan las comunidades indígenas a falta de una vialidad. En el trayecto, a consecuencia de las lluvias, los vehículos quedaban averiados entre el barro del terreno. Los militares habrían apuntado, tanto a miembros de la comunidad de San Antonio como a brasileños, quienes intervinieron para que no sucediera nada más allá de la amenaza.

Indígenas acusan a uniformados de la Guardia Nacional de robar mercancías, combustible e implementos mineros a quienes transitan por las trochas, que se han activado con mayor fuerza cuando la frontera entre Brasil y Venezuela está cerrada. Desde el inicio de la cuarentena por la COVID-19, el régimen de Nicolás Maduro ha acusado a quienes operan en las trochas de estimular los contagios en los caminos ilegales.

El Ministerio de Defensa de Brasil zanjó el hecho con un comunicado en el que indica que los comandantes de las tropas de Venezuela y Brasil hablaron y se aclaró que la gente no puede ingresar a Venezuela por ese camino. “En ningún momento las tropas venezolanas pasaron al lado brasileño de la frontera, simplemente cumplieron su papel al evitar que la gente vaya al lado venezolano sin el proceso adecuado de ingresar al país vecino”, dijo el órgano. “Tampoco hay informes de la presencia de indígenas en el área y no hubo disparos de ningún tipo de arma de fuego en el incidente”, agregó.

Fuerzas militares contra indígenas

No es la primera vez que se da una incursión militar en territorio indígena del municipio Gran Sabana. En diciembre de 2018 ocurrió en el sector occidental del Parque Nacional Canaima, con el asesinato de un indígena pemón durante un operativo encubierto de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) contra la minería ilegal. La comunidad capturó a presuntos miembros de la Dgcim acusados de estos hechos.

La tensión en la zona llevó a la suspensión de las elecciones de concejales de ese año, las cuales no se han realizado hasta la fecha.

Dos meses después, el 22 de febrero de 2019, el Ejército venezolano atacó a la comunidad de Kumarakapay, en el municipio Gran Sabana. La primera víctima de ese día fue Zoraida Rodríguez. Los ataques continuaron al día siguiente cuando se exigía la entrada de la ayuda humanitaria por la frontera con Brasil. En total, militares asesinaron a siete personas, incluidos cinco pemones.