La lluvia de los últimos cuatro días desbarató el muro improvisado que los habitantes de la calle Cazorla, en la Urbanización Orinoco, Castillito, erigieron cuando el 27 de julio -producto de las lluvias- se desbordó el desagüe de la canal y ocasionó el derrumbe de buena parte de las bases de tres viviendas. Además de que deterioró aún más los cimientos de las casas.
A más de un mes del accidente, los afectados continúan sin recibir apoyo gubernamental para rellenar las bases y reconstruir parte de la canal deteriorada por la falta de mantenimiento.
Para protegerse de otro desborde, los vecinos utilizaron escombros, láminas, y tapas de lavadoras o cocinas ya oxidadas para construir un muro que impidiese el paso del agua, pero el agua terminó arrastrándolo.
Conforme sube la frecuencia de las lluvias, también aumenta el riesgo de que ocurra un nuevo desborde que arrastre consigo el relleno de las bases de las viviendas afectadas, y ocasione mayores daños a la infraestructura.
Los perjudicados informan que requieren al menos 100 sacos de cemento, dos camiones de arena y un camión de piedras picadas para rellenar el cimiento de sus hogares.
Apenas una de las tres familias afectadas logró costear las reparaciones que requería su vivienda. Los demás afectados alegan no tener suficientes recursos para solventar la emergencia.
“Desde el día de la tragedia, hasta hoy no hemos recibido ayuda de ningún tipo… hay muchos hogares afectados por las lluvias y ellos (las autoridades) bien, gracias…”, denunció Laleska Useche, una de las afectadas.
