jueves, 28 marzo 2024
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Delincuentes destrozan lo poco que queda en pie de la Hermandad Gallega

Españoles se quedaron sin el único espacio de esparcimiento que promovía la cultura y servía como centro de encuentro para la comunidad en Bolívar.

@g8che

Durante la cuarentena la delincuencia ha aprovechado la soledad de la sede de la Hermandad Gallega, en Puerto Ordaz, para terminar de desvalijar las instalaciones del club que —otrora— fuera un espacio de esparcimiento y disfrute para los ciudadanos españoles y guayaneses.

    Pocetas y lavamanos han sido destrozados | Fotos William Urdaneta

La cocina no volvió a operar luego que fueran robados en 2019



Trabajadores están sacando lo poco que queda para que no siga siendo robado por los antisociales

El club se mantiene inoperativo luego que el 11 de junio de 2019 delincuentes secuestraran durante cuatro horas y robaran al personal de cocina. Aunque hicieron la denuncia la Policía del estado Bolívar, sede Cachamay, en Castillito, a menos de dos kilómetros del club, no los atendieron. “Nosotros fuimos a poner la denuncia y no tenían ni camionetas”, dijo uno de los trabajadores afectados que prefirió mantener su identidad en resguardo.

Ese día, antisociales cargaron con puntos de venta, computadoras, licuadoras, microondas, picadoras y cinco aires acondicionados. El empleado estima que, entre todos los equipos y comida se llevaron entre cinco y seis mil dólares. “Nos dejaron sin ropa, nos dejaron sin nada”, comentó.

En el negocio tenían trabajando desde 2016 para pagar lo básico: comida. Las ventas permitían sobrevivir, pero luego del robo no pudieron volver a trabajar. “¿Cómo repones todo? (…) la inflación aquí no perdona, eso fue imposible recuperarnos otra vez”, señaló.

El club tiene 56 años en la ciudad y allí se realizaban festivales gastronómicos y folclóricos de tradición gallega. Además era el sitio de encuentro donde la Consejería de Trabajo, Migraciones y de Asunto Social de España realizaba labores sociales y brindaba ayuda económica a ciudadanos españoles.

Tenían un equipo de fútbol donde jugó el internacional vinotinto Christian Santos y grupos de baile y gaitas gallegas. Contaban con restaurante, cancha de fútbol, piscina, salones abiertos y parques infantiles, pero de esto solo queda la estructura. Los baños han sido destrozados, las puertas han sido llevadas y las láminas de zinc empezaron a ser sacadas.

“Poquito a poquito se han ido llevando todo”, comentó José Antonio Castro, secretario general del club. Desde la noche del miércoles 2 de septiembre los robos han sido casi diarios donde incluso han desprendido estructuras de ventanas y puertas de aluminio. “Estamos pidiendo auxilio porque esta situación se nos fue de las manos”.

Castro tiene desde los 7 años en el estado Bolívar, luego que llegara en 1978.  “Me entristece (…) yo pasé mi niñez, adolescencia y juventud en la Hermandad Gallega”, afirmó.

El club fue decayendo con el retorno de los socios a España, producto de la emergencia humanitaria compleja y además “se convirtió en un sitio de alto riesgo y fue en declive”, dijo.

Solicitó a autoridades municipales y del estado que garanticen la seguridad del espacio y los pocos bienes inmuebles que aún quedan dentro de las instalaciones.