lunes, 13 mayo 2024
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Militares y cúpula del PSUV usurpan Alcaldía de Caroní al desterrar a José Ramón López

El Gobierno ha decidido quitar del medio al alcalde chavista José Ramón López antes del 6 de diciembre, fecha de las elecciones parlamentarias, destapando un presunto hecho de corrupción en el seno de la municipalidad. Se trata de uno de los primeros casos del período de Nicolás Maduro en el que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) destierra a un burgomaestre en funciones, como lo ha hecho este martes en la noche al imputar al alcalde y solicitar su privativa de libertad.

Hasta entonces el Gobierno solo había actuado en contra de los suyos una vez que estos salieran del poder, tal como pasó con cuatro de sus exalcaldes. Esa fue la sumatoria de administradores municipales al final de 2013, año en que Maduro utilizó la bandera de la lucha anticorrupción para imprimir transparencia a su gestión.

Pero no es el municipio Caroní una jurisdicción cualquiera. Desde la era Hugo Chávez, Ciudad Guayana ha jugado un papel trascendente para la “revolución bolivariana” tanto por lo estratégico de su localidad, como por la fuerza sindical concentrada al sur del país.

A escasos dos meses para unas elecciones legislativas con visos de plebiscito para la administración central, el Gobierno ha decidido arriesgarse y sacrificar el liderazgo que en las dos últimas elecciones y, con ventaja, José Ramón López atesoró al servicio del partido. ¿Por qué desplazar al alcalde de Caroní? ¿Cuál fue el pecado de López? ¿Qué busca el PSUV con esta estrategia?

 

La bandera anticorrupción

Como en otros casos en el país, la corrupción ha sido el ardid que ha activado al Ejecutivo para deslastrarse de los dirigentes en desgracia.

Desde 2005, Chávez hizo de todo para consolidar la “unidad perfecta” en Bolívar pese a las diferencias internas devenidas, en principio, por la contraposición entre militares y civiles, y posteriormente porque la Alcaldía de Caroní había sido el único espacio -hasta entonces- donde el gobernador Francisco Rangel Gómez no tenía absoluto control.

López sirvió para consolidar el liderazgo de Chávez en las bases donde Rangel nunca ha gozado de buena fama. Así, Francisco Rangel garantizaba la organización y movilización, y López el pueblo.

Pero en algún momento la fórmula comenzó a fallar. Las últimas elecciones presidenciales, donde el PSUV perdió el municipio Caroní, las responsabilidades comenzaron a ser parte del debate interno.

Rangel, que siempre ha sabido colarse en altas esferas, socavó el liderazgo de López en sus debilidades: los vicios, el manejo integral de los desechos sólidos, la recaudación, el crecimiento desordenado de la ciudad… y la corrupción.

 

Si de corrupción se trata…

Si bien el caso de la recaudación de tributos, Sisvencorp, y el manejo de los contratos dependientes de la Alcaldía de Caroní eran el escándalo a puertas cerradas, el tema corrupción ha tenido muchos flancos en Guayana, a los que Chávez pocas veces prestó atención.

El caso de las cabillas, la mafia de los cupos del aluminio, el control de la minas y las denuncias consignadas en la Fiscalía General de la República por el diputado Andrés Velásquez, sobre el manejo de los contratistas en la Gobernación del estado Bolívar, han sido también casos archivados.

El punto de inflexión más reciente fue en el 2012, cuando en un remitido nacional -el 29 de febrero de 2012- 42 organizaciones chavistas alertaban al “comandante” a propósito de la remoción de los “presidentes-trabajadores” y el ascenso desmesurado de un sector del PSUV.

Alertaban sobre el “desgaste del proceso revolucionario” en la región propiciado por tres claves: el continuo privilegio del grupo político del gobernador del estado Bolívar; la toma de decisiones inconsultas y el favorecimiento a quienes “se han adueñado de Guayana desde hace más de 40 años”.

Los Colectivos Patrióticos de Resistencia Popular Revolucionaria de Guayana declaraban que el estado Bolívar “no es el patio trasero del imperio y menos un feudo del gobernador Francisco Rangel Gómez. Por ello (…) hoy planteamos al país la necesidad histórica de seguírsela jugando con el pueblo y la clase obrera, pues hemos demostrado lealtad en la acción en todas las etapas y fases de esta, nuestra revolución bolivariana”.

El comunicado no trascendió y, días después, Chávez cerró filas con el sector militar. Aquello significó un revés para los colectivos que empujaron las investigaciones en contra de la “mafia de las cabillas” y de los cupos del aluminio, como ahora la detención del alcalde, en términos políticos, es otro revés para las bases del PSUV.

 

La estocada

Los desmanes en la municipalidad, sin embargo, se hacían insostenibles. Las confrontaciones del PSUV y la desarticulación en las políticas públicas hicieron de los servicios de recolección de desechos sólidos y el manejo de la basura el talón de Aquiles de la gestión de López, pero no el único de sus males.

El control de los ejidos, históricamente administrados por la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), el desordenado crecimiento de la ciudad a partir de esa rivalidad y el deficiente servicio de transporte fueron aprovechados por el Ejecutivo para comenzar a ejecutar una administración paralela de la municipalidad que, a todas luces, significaban un mecanismo de presión a lo interno del partido.

Así el gobierno emprendió el sistema de transporte masivo rápido en paralelo al proyecto de TransGuayana, creó Corpo-San Félix con competencias idénticas a las de la Alcaldía, patrocinó al presidente de CVG, Justo Noguera, como ficha de solución de problemas y finalmente, desempolvó los casos de corrupción archivados durante los últimos dos períodos. En paralelo hacía esfuerzos por controlar la Cámara Municipal.

La enfermedad alegada por López el pasado 27 de agosto para separarse del cargo daba señales de lo que se manejaba a lo interno. El alcalde, entonces, asomaba incluso la posibilidad de salir del país, luego la presunta operación, su regreso y retirada y, finalmente, su desafío el pasado viernes 25 de septiembre cuando decide reasumir sus funciones en la Alcaldía, justo cuando la plana mayor del PSUV preparaba un acto con el alcalde encargado, Eriberto Aguilera.

Menos de 48 horas después, el Tribunal Quinto de Control autorizaba orden de captura para el “hijo de Chirica”.

 

Escenario final

La estrategia mide lo que serán los próximos comicios. Con Justo Noguera a la cabeza de Corpo-San Félix, la idea de un castigo ejemplarizante y la imagen de un intento de “limpieza” de la revolución el partido de Gobierno parece intentar recuperar un porcentaje de votos perdidos, a costa del sacrificio en las bases, que pasaron de ser voces decisoras al silencio de la obediencia.

Aunque el costo a lo interno podría ser alto, en términos nacionales y ante la caída estrepitosa de la popularidad de Maduro, hay un desespero por mostrar una gestión eficiente en el municipio más poblado del estado Bolívar, un interés de la Gobernación de manejar a sus anchas la Alcaldía de Caroní, especialmente en un escenario en el que no deban ir a elecciones para garantizar no solo la permanencia del PSUV en el poder, sino a las fichas que trabajen en función de sus intereses. ¿Podrá el PSUV recuperar el espacio perdido?

 

Los otros alcaldes chavistas desterrados

Numas Rojas. Dirigente chavista que en las últimas elecciones se lanzó a la Alcaldía de Maturín al margen del PSUV, con la tarjeta de Vanguardia Bicentenaria. En los comicios quedó tercero. Sobre sus hombros pesa la derrota del candidato del partido de Gobierno. Fue acusado de corrupción y dos años después, el 31 de julio de 2015, condenado a seis años de prisión.

Robert Ramos Castro. Ex alcalde del municipio Alberto Adriani (El Vigía), en el estado Mérida. Castro también intentó reelegirse en la municipalidad al margen del PSUV. El 27 de diciembre de 2013 el Ministerio Público logró privarlo de libertad por los delitos de tráfico de influencias.

Fidel Palma. Se lanzó fuera del PSUV a la reelección por El Tocuyo, estado Lara. El 28 de diciembre de 2013 el Ministerio Público anunció que solicitaría su imputación por corrupción. En la noche fue detenido por funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).

Edgardo Parra. Ex alcalde de Valencia. El 28 de noviembre de 2013 fue detenido por el Sebin en atención a una orden de captura emitida por tribunales, a propósito de la solicitud de imputación por hechos de corrupción. Era conocido que apoyaría en las elecciones a otro candidato distinto al del PSUV.

 

Reacción de los seguidores luego de la detención

Línea de tiempo

31 de julio. Saqueos en San Félix, en la parroquia Chirica, que dejan un saldo de más de cinco locales destrozados y un muerto.

5 de agosto. Ministro Haiman El Troudi anuncia que el sistema de Bus de Tránsito Rápido (BTR) del municipio Caroní estará listo los primeros días de octubre, en detrimento al proyecto TransGuayana.

27 de agosto. José Ramón López solicita permiso de hasta 90 días en la Cámara Municipal por problemas de salud.

1 de septiembre. Gobierno autoriza creación de Corpo-San Félix, dirigida por el presidente de la CVG, Justo Noguera, con funciones propias de la Alcaldía de Caroní.

12 de septiembre. En la última visita del presidente Nicolás Maduro a Ciudad Guayana se le impidió la entrada a seguidores del alcalde de Caroní, José Ramón López.

16 de septiembre. José Ramón López reaparece para despejar rumores sobre su salida del país y firma una resolución.

25 de septiembre. El alcalde de Caroní, José Ramón López, anuncia que se incorpora a sus funciones. En paralelo y en un acto político con el gobernador Francisco Rangel Gómez, el alcalde encargo, Eriberto Aguilera, dice desconocer la medida.