jueves, 28 marzo 2024
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Guayana: el milagro al revés (y hoy es mucho peor)

El retroceso en la región es de más de 60 años. Y la destrucción, más acentuada cada día. Es imprescindible documentar todo lo que ocurre. Por eso y para eso, luego de un paréntesis, regresa Damián Prat con su columna Público & Confidencial.

@damianprat 

Cuando terminé de escribir Guayana: el milagro al revés (Editorial Alfa) en el segundo semestre de 2012 y el libro se imprimió y se bautizó en actos de semanas sucesivas en Caracas y Ciudad Guayana en septiembre de ese año, la ruina destructiva de la robolución contra la Guayana industrial era terrible.

Por eso el título, sacado de una frase de uno de los prologuistas, Teodoro Petkoff, a quien siempre recordamos con tremendo afecto.

Hoy, ocho años después, ese “milagro al revés” de ruina y destrucción es terriblemente peor. Infinitamente peor. Inimaginablemente peor.

Cuando releo páginas y capítulos del libro me asombra comparar aquella destrucción, que era muy grave, con la de hoy. Como lo expliqué en mi propia introducción, el libro era el compendio de una obra colectiva.

La responsabilidad era y es mía, pero allí se reflejaban las voces, las denuncias siempre muy fundamentadas y las luchas de numerosos trabajadores, empresarios, luchadores gremiales y laborales, así como técnicos calificados de la Guayana industrial que nos hacían llegar informes y testimonios directos, siempre contrastados con varias fuentes a lo largo de cientos (en realidad más de dos mil para aquella fecha) de nuestras columnas Público & Confidencial en Correo del Caroní, reproducida por varios portales.

También en los reportajes publicados en TalCual y en numerosos de nuestros programas radiales del mismo nombre, que ya por entonces llevaba unos tres años y que hoy, con varios altibajos de cierre en algunas emisoras, muchas amenazas y sabotajes desde el poder, acumula ya alrededor de 12 años, los últimos seis en esa corajuda emisora de dignidad que es Pentagrama 107.3 FM.

 


Indignación ante el atropello

¿Cómo escribir ante un acto brutal como el del lunes contra David Natera Febres, director de Correo del Caroní, sin perder la sindéresis? La Comisión de Determinación de Hechos de la Comisión de DD HH de la ONU sigue acumulando pruebas de atropellos por parte del régimen de Maduro. Aunque el señor Jorge Arreaza se haga el “inocentón”. 

Hacia el mediodía, una comisión del Sebin allanó la casa de habitación de Natera Febres y allí se mantuvieron por unas cuatro horas sin permitir la presencia de sus abogados. 

Dos agravantes terribles: David Natera Febres tiene más de 70 años de edad.  No puede ser detenido. Pero ellos son “me da la gana”. Lo retuvieron en su casa por más de cuatro horas y después se lo llevaron detenido “para interrogatorios” -todo de manera ilegal- al Sebin, en Vista al Sol, San Félix, hasta muy avanzada la noche. Siempre impidiendo con excusas la presencia de sus abogados. 

El otro agravante: la persecución es contra su hijo, quien, como es público y notorio, vive fuera de Venezuela. Todo por ser parte de una comisión designada por el presidente de la AN y presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó. 

Es decir, los esbirros del régimen que mandan a esa comisión policial saben que no van a encontrar al que dicen buscar. Están atropellando ilegal y abusivamente al padre para castigar al hijo. Y de paso arremeten contra medios de comunicación libres, independientes y no sumisos como Correo del Caroní, TVGuayana y Pentagrama FM. Aprovechan para castigar la libertad de información y de expresión. 

Luego supimos que lo mismo hicieron contra familiares de otros tres funcionarios de la misma comisión que son oriundos de Yaracuy, Zulia y Caracas. 

Los funcionarios también están en el exterior, es decir, los castigan y presionan atropellando a sus padres y otros familiares. Qué indignante.

 

 

* * *

Veamos un ejemplo de cómo el régimen de Chávez y Maduro ha destrozado a la Guayana industrial.

La base de la cadena industrial de aluminio, que incluye docenas de industrias transformadoras en muchos sitios de Venezuela (hoy, muchas de ellas cerradas o semicerradas) comienza con la extracción de la bauxita en Los Pijiguaos, al extremo oeste del estado Bolívar, muy cerca de Caicara del Orinoco.

Esa bauxita luego se transforma en alúmina en la planta de Interalúmina-Bauxilum en Puerto Ordaz y de allí se transformaba en aluminio primario y/o laminados en Alcasa y Venalum.

Como dije antes, ese aluminio es o era la base de una cadena industrial de transformación en productos semiterminados o finales indispensables a su vez para muchas otras industrias como la automotriz, partes del sistema de transmisión eléctrica, construcción, electrodomésticos y un muy largo etcétera.

Es (era) una enorme cadena industrial y económica en Guayana y mucho más allá, indispensable en la vida moderna. Cientos de miles de empleos sustentables y productivos. 

* * *

La base de toda esa cadena industrial es la extracción de la bauxita y su primer procesamiento. Antes de la ruina chavomadurista, antes del “milagro al revés”, Bauxilum producía anualmente entre 5.5 y 5.9 millones de toneladas de bauxita. Es decir, casi 6 millones de toneladas/año.

Para el cierre de 2011, registran el libro y las columnas Público & Confidencial de aquellos días, la producción había caído a 2 millones 450 mil toneladas, es decir, ya le habían destrozado alrededor del 60%. Era un escándalo, ¿cierto?

En las columnas de aquellos días y en el libro mostramos fotografías, testimonios e informes del grave deterioro de los equipos pesados de mina, mientras Chávez hacia “negocios” chimbos con Lukashenko (ya era dictador en Bielorrusia y tenía conflictos de graves deudas con la Rusia de Putin por suministro de gas). Chávez le obsequió 500 millones de dólares en una visita a Bielorrusia.

Y el sátrapa le ofreció “pagar” con camiones roqueros y palas gigantes pero de pésima calidad, que en pocos meses conformaron un cementerio de equipos inservibles en Los Pijiguaos, tal como habían advertido técnicos y trabajadores especializados.

Para mediados de 2012 quedaban menos de la mitad de equipos pesados activos. 

* * *

¡Era un desastre! ¿Cierto? Pues miren el desastre de hoy, luego de 8 años. El reporte de producción de bauxita en Los Pijiguaos hasta septiembre de 2020 (es decir, tres cuartas partes del año) fue de 140 mil toneladas. Leyeron bien: 140 mil toneladas en casi un año.

¿Terminarán diciembre con 200 mil? Es decir, en todo 2020 la producción de bauxita será lo mismo que en tiempos normales se producía en semana y media. Mucho peor que un milagro al revés. 

* * * 

Quise reiniciar esta columna con un caso. Pero no es muy diferente la ruina en Sidor, Venalum, Alcasa (donde parece estar en marcha un plan rojo-rojito de desmantelarla totalmente), Carbonorca, Sidetur, Fesilven, Ferrominera, las briqueteras, la maderera, etcétera. Y de allí en adelante todas las cadenas industriales en toda Venezuela. Nunca tuvimos menos patria ni menos soberanía nacional.

El retroceso es de más de 60 años. ¿Cuántas industrias transformadoras están cerradas o semicerradas en zonas industriales como las de Aragua-Carabobo? ¿En Guarenas La Yaguara o Antímano? ¿En Lara y Zulia?

Seguiremos analizando todos esos casos en próximas columnas. Esta misma semana y en las siguientes. Y el terrible impacto sobre miles y miles de familias a quienes el chavismo ha llevado a la pobreza al liquidar el empleo y eliminar ilegalmente los contratos colectivos. Lo cual, a su vez es un impacto de ruina sobre muchas empresas privadas que pierden a sus consumidores.

Y así se pierden otros cientos de miles de empleos

TIP 1: La tal “Ley Antibloqueo” es una grave operación para dejar totalmente sin efecto lo poco que quedaba de vigencia de la Constitución Nacional. Es ilegal de pies a cabeza. No solo porque ninguna ley que no sea aprobada en la Asamblea Nacional es ilegítima, sino porque está diseñada, con el cuento del “bloqueo” para entregar empresas del Estado a amigotes y/o empresas de otros países en forma totalmente oculta, sin que se conozcan los términos de los contratos, sin contraloría. La súper corrupción.

TIP 2: Obras públicas y proyectos industriales jamás terminados, pero donde se malbarataron cientos de miles de millones de dólares.  De eso está llena Guayana y también toda Venezuela.

A principios de año hice un inventario y estudio de lo regional para presentarlo a la Coalición Anticorrupción de Transparencia Venezuela. En una asamblea regional de ese magnífico organismo presenté el inventario. También en nuestro programa radial.

Posteriormente, otras personas y medios han abordado al tema con mucha propiedad, incluso en redes sociales y en reportajes de gran calidad. Ampliando todo al ámbito nacional. Excelente. Los aplaudo. Mostraremos algo en próximas entregas de esta columna.

TIP 3: Programa radial Público & Confidencial. Superando obstáculos de todo tipo, sobre todo los cortes eléctricos y de comunicación telefónica y de internet, seguimos luchando. Por estos días, daños sufridos por el transmisor de Pentagrama 107.3 FM nos han impedido salir al aire. Este martes pudimos hacerlo por internet. El enlace está en la web de Correo del Caroní.

TIP 4: El muy bien fundamentado y demoledor informe de DD HH de la ONU sobre Venezuela. Las crecientes protestas ciudadanas en muchos sitios del país. El desastre de la gasolina causado por años de ruina chavomadurista en Pdvsa y las refinerías. El único país del mundo que en medio de la pandemia no tiene gasolina. Incluso Irán, involucrado en guerras y con sanciones de muy larga data, produce su gasolina y exporta. Los oficialistas de la ANC que no pudieron leer la ley del falso antibloqueo o no los dejaron entrar. Eso y más en las próximas entregas de esta columna, incluyendo esta misma semana. Pendientes. 

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