jueves, 28 marzo 2024
Search
Close this search box.
Search
Close this search box.

“El Coqui” pa’ México

Y si el hombre de la comida pútrida no se presenta por inasistencia muy justificada, digamos su próxima gira por los juzgados del sureste de Miami, seguro que le envían a “El Coqui” de primer suplente. Porque esas oportunidades no se presentan todos los días.

@omarestacio

Había que reforzarla. Andaba muy errática esa delegación internacional. Daba vueltas en círculo, desorientada, extraviada en el espacio y en el tiempo. Carente de musculatura, armonía selvática, y de horas de burdel (excusas para las damas lectoras, pero la jerga diplomática, es la jerga diplomática).

Cuando se filtró el rumor de un refuerzo para el equipo del narcosátrapa que asiste a las negociaciones de México, todos apostamos por el veterano, que después de haberse comido y bebido el muy epulón, a la “oprobiosa” Cuarta República no ha cesado de abjurar en su contra. Sin embargo, ya lo dice el tópico: “Jala, pero no te cuelgues”. El infame se permitió aquel chiste, sobre las balas y su sonido al atravesar las cabezas de los opositores y los primeros en no perder oportunidad de execrarlo fueron sus nuevos aliados ¿Será execrarlo o excretarlo? Desprecia al traidor pero aprovéchate de su traición. Total, que por lo pronto, no lo veremos saludando ni por México, ni por cualquier otro salón de las ligas mayores de la diplomacia, cara seria, pero muy rochelero, con su “¡Hola, gordo!” característico.

La primera objeción, que cabe hacerle al nuevo peso pesado de las relaciones exteriores del narcorrégimen, es la falta de originalidad. Nada nuevo bajo el Sol, atribuir altísimas responsabilidades internacionales a un convicto, un prófugo de la justicia o un mermado moral y mental, que antes de abrir la boca, con su chorreante bigote, necesitaba y sigue necesitando, llamar a La Habana para pedir permiso. Lo que carece de buena fe, le sobra de desvergüenza a tal nombramiento. Es cierto: a favor del recién nombrado, rige el aforismo según el cual, ha de presumírsele inocente hasta que se le demuestre lo contrario por sentencia firme. Sin embargo, el uno por mil de verdad, de los gravísimos delitos que se le atribuyen, basta para que dialogante alguno, ose aceptarle un café con leche, menos todavía un snack, en cuenta de su prontuario como proveedor de alimentos no aptos para seres humanos.

¿Desde qué lugar podrá cumplir, el nuevo plenipotenciario sus elevadas funciones? Aparte de EE. UU., en Colombia y en México, también ha sido imputado por despachar comida pútrida para los huerfanitos pobres de Venezuela. Además por muy enviado especial que lo nombren, siguen vigentes los alertas en su contra, rojas, azules, multicolores emitidos por Interpol. Desde la SuperMax, de Florence, EE. UU., conocida como “El Alcatraz de Colorado”, paradero final de cierta clase de personas, es improbable que le permitan usar alguna de las plataformas de videoconferencias, hoy tan en boga. No se lo permiten a los duros de la criminalidad, alojados en ese recinto, entre otros, el “Chapo” Guzmán, Teo Kaczynski (a) “Unabomber, Zacarias Moussaoui, corresponsable de los atentados contra las Torres Gemelas de NY., Osiel Cárdenas (a) “El Viejo” exlíder del cártel del Golfo. Gente que por mínima que sea la comunicación exterior, es capaz de organizar otro atentado dinamitero, el envío de varias toneladas de cocaína o más peligrosa aún, la obtención de inmunidad diplomática como agregado cultural de la RoboLución Bolivariana.

Y además, ¿Qué van a decir Willem-Alexander Claus George Ferdinand van Oranje-Nassau de Noruega y Harald Quinto, del Reino de los Países Bajos, coanfitriones o patrocinantes, pero en todo caso, alcahuetas del referido diálogo, ante la posibilidad de sentarse, ellos o sus vasallos, alrededor de la misma mesa, con semejante chusma? Suficiente el desprestigio que le ha inferido a la sangre azul del Planeta, meses atrás, Su majestad, Juan Carlos I, de España, para exponer a otros miembros de la realeza a tentaciones peores.

Me parece ver y oír el susurro de uno de esos pretensos, facilitadores de los procesos de paz, en el calé o germanía, lenguaje universal de sus verdaderos oficios, aprovechándose de algún receso en las supuestas jornadas humanitarias:

-Oye, men, tengo por ahí unos 50 alijos, que si los encaletamos en Oslo o Amsterdam, podemos zamparnos, mitimiti, 50 palos verdes.

Y si el hombre de la comida pútrida no se presenta por inasistencia muy justificada, digamos su próxima gira por los juzgados del sureste de Miami, seguro que le envían a “El Coqui” de primer suplente. Porque esas oportunidades no se presentan todos los días.