domingo, 12 mayo 2024
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Desenfocado

No derogaron leyes perniciosas y sancionaron otras sin ponerlas en ejecución, permitiendo al gobierno ignorarlos y declararlos en desacato continuo. Todo por cuenta de no ponerse de acuerdo acerca de quién era el enemigo.

En veintidós años el régimen no ha hecho sino atornillarse en el poder para beneficio de la cúpula escasa pero dominante, mediante extralimitaciones de toda gama. Menguados tanto en número como en capacidades intelectuales, han podido sobrevivir por inescrupulosos y por no haber encontrado una real resistencia a sus múltiples tropelías.

Desde el año 2015, cuando la oposición política profesional logró el exitoso acceso a la mayoría calificada de la Asamblea Nacional mediante votos no manipulados, no ha habido ningún tipo de acción que haya sido efectiva para contrarrestar el empuje de las ideas manejadas por los cubanos para imponer un estado fracasado a la imagen y semejanza de la isla del pueblo infeliz, en la cual se han perdido tres generaciones sin disfrutar del mundo moderno y sus ventajas. Otra fecha que se debe recordar es el año 2016, cuando casi la totalidad de los venezolanos acudimos a firmar para expresar nuestro rechazo absoluto a la situación insostenible que sufría la nación. Con ese acto se demostró a tirios y troyanos el descontento de todos los sectores del territorio del país.

Han transcurrido seis años y seguimos mucho peor y sin solución de continuidad en el horizonte.

La AN en lugar de usar su poder constitucional se conformó cómodamente a recibir la andanada de golpes propinados por los otros dos poderes de un supuesto estado de derecho, sin reaccionar con fuerza y firmeza en demostrar que tenían el favor y mandato del pueblo para poner orden.

No derogaron leyes perniciosas y sancionaron otras sin ponerlas en ejecución, permitiendo al gobierno ignorarlos y declararlos en desacato continuo. Todo por cuenta de no ponerse de acuerdo acerca de quién era el enemigo; se les fue de las manos el tiempo en el pezcueceo y la notoriedad individual para ver en quién recaía el liderazgo político. La falta de unidad de criterios y de solidaridad opositora contribuyó con el régimen y su propósito.

Después de una cantidad de escarceos de la oposición, legítima o fraudulenta, con el desgobierno, durante infructíferas y aparentes intentonas de salir de la pesadilla, los líderes -contrarrevolucioarios- no han podido, y muchos no han querido, enfrentar aguerridamente las huestes de los mandamases, sea por cansancio o porque es conveniente doblegarse ante la realidad de la penumbra.

Hasta ahora todos los factores de distracción utilizados por el adversario han surtido efecto en alguna porción de los ciudadanos comunes y del estamento que se dedica a la política de poca monta. Aquellos que mueven las teclas han logrado crear tempestades y calma alternativamente, han prometido e incumplido a discreción, con la finalidad de mantener el tiempo a favor de su voluntad, que no es otra que permanecer en el poder alimentándose hasta cansarse.

Abandonar la manguanga de la que se apoderaron no está prevista como posibilidad.

Con tal de concluir sus intenciones malsanas echan mano a cualquier trampa cazabobos para entusiasmar a los incautos de buena fe que ingenuamente son capaces de creer que por portarse bien van a ser recompensados. Las cegueras mentales son lastimosas.

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