martes, 19 marzo 2024
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Régimen de Ortega acentúa su persecución a la disidencia nicaragüense

Sin importarle la advertencia de la comunidad internacional, la Policía de Nicaragua encarcela a los líderes políticos y precandidatos que adversan al mandatario en víspera de las elecciones generales del 7 de noviembre. | Foto AFP

La Policía de Nicaragua continuó el fin de semana con la política de detenciones a opositores. Otros cinco dirigentes contrarios al mandatario Daniel Ortega fueron arrestados, a pesar de los insistentes llamados de la comunidad internacional a liberar a otros cuatro opositores y precandidatos de las elecciones presidenciales previstas para el 7 de noviembre apresados en las últimas semanas.

Los nuevos presos políticos del régimen nicaragüense son la presidente del partido Unión Democrática Renovadora (Unamos), Suyen Barahona, el vicepresidente Hugo Torres, y los integrantes Tamara Dávila, Dora María Téllez y Ana Margarita Vijil, según indicó el medio de comunicación La Prensa.


La Policía manifestó en un comunicado que están siendo investigados por “menoscabar la independencia, la soberanía y la autodeterminación” e “incitar a la injerencia extranjera”.

Ante este nuevo hilo de detenciones, la comunidad internacional ha vuelto a reaccionar. La subsecretaria interina para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Julie Chung, señaló que estas detenciones “arbitrarias” demuestran cómo “la campaña de terror de Ortega-Murillo continúa” así como ha instado a la Organización de Estados Americanos (OEA) a enviar una señal clara. “La región no puede quedarse quieta y esperar a ver quién sigue”, ha zanjado.

Por su parte, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha condenado estos arrestos y ha exigido la liberación de los opositores. “Otra prueba más de la verdadera naturaleza de la dictadura de Ortega”, ha apuntado en la misma red social. 

Precandidatos detenidos 

En la última semana, las autoridades nicaragüenses detuvieron por distintos motivos a cuatro precandidatos opositores a la presidencia. La primera fue Cristiana Chamorro, hija de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, quien cumple arresto domiciliario mientras es investigada por un supuesto delito de blanqueo de capitales, y después llegó Arturo Cruz, por “atentado contra la sociedad y los derechos del pueblo”.

Este lunes fueron detenidos Juan Sebastián Chamorro, sobrino de la citada expresidenta, para ser investigado por “realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía y la autodeterminación” e “incitar a la injerencia extranjera”, así como Félix Madariaga poco después de que compareciera ante la Fiscalía como parte de una investigación en su contra “por actos que menoscaban la independencia del pueblo”.

 

La Policía nicaragüense justifica las detenciones por “menoscabar
la independencia, la soberanía y la autodeterminación” e “incitar a la injerencia extranjera”.

El Gobierno de Nicaragua ha venido recrudeciendo en los últimos días su represión política con la vista puesta en las elecciones del 7 de noviembre. En 2018, ante las protestas masivas que estallaron contra Ortega, el Ejecutivo respondió con una fuerte represión que se saldó con más de 300 muertos y cientos de detenidos.

A raíz de las críticas internacionales, la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, alegó a la necesidad de “justicia” la cascada de arrestos sobre representantes de la oposición política y aseguró que, si se sienten “perseguidos”, es “por sus tropelías” y no por ningún tipo de consigna previa a las elecciones de noviembre.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua urgió la pasada semana a evitar que “se institucionalicen la restricción arbitraria e ilegal a las libertades ciudadanas y la persecución a opositores y medios de comunicación” en el país, tras la reciente oleada de detenciones a opositores del gobierno de Daniel Ortega.

La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, alegó a la necesidad de “justicia” la cascada de arrestos sobre representantes de la oposición política | Foto Reuters