viernes, 29 marzo 2024
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Sidor suspende salario a cuatro delegados que lideraron recientes protestas laborales

Los trabajadores han organizado cuatro manifestaciones para exigir el respeto de beneficios contractuales, la última de ellas el miércoles en los portones de Sidor donde realizaron una asamblea y trancaron por dos horas la avenida Guayana.

@g8che

La Siderúrgica del Orinoco (Sidor) suspendió el salario de cuatro delegados de la empresa que lideraron protestas recientes para exigir mejoras salariales, nuevas discusiones de contrato colectivo y el reintegro a sus puestos de trabajo. Los afectados son José Saracual, Carlos Ramírez, César Soto y Cruz Hernández, este último enfermo con COVID-19.

“Esta medida viene por una retaliación por las protestas que hemos venido realizando para reconquistar los beneficios de los trabajadores”, dijo Carlos Ramírez, delegado de prevención de Sidor y trabajador con 35 años de servicio en la estatal.

El trabajador considera que esta es una medida para generar miedo en los trabajadores de la siderúrgica. “Indistintamente de las medidas que tome la empresa, los trabajadores están dispuestos a defender la producción, sus puestos de trabajo y su salario digno”, afirmó.

Señaló que pese a las presiones ejercidas, continuarán ejerciendo las acciones de calle para el regreso de los beneficios perdidos y su reintegro a las plantas. “Si no defendemos nuestros derechos nos quedaremos en nuestras casas a morirnos de hambre”, expresó.

Los trabajadores que no están asistiendo regularmente a la planta están cobrando quincenas inferiores a 10 dólares, un monto ínfimo considerando que la canasta alimentaria supera los $ 200, de acuerdo con los balances del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM). Para Ramírez, más allá de que el sueldo sea bajo, es ilegal que la empresa lo suspenda como forma de castigo. “No tienen ningún derecho a coartarme, ni a quitarme mi salario (…) indistintamente que sea poquito, pero tienen que pagarlo”, expresó.

Los trabajadores no saben bajo qué condición quedaron tras la suspensión de pago. Ramírez afirmó que aunque han intentado conocer una posición oficial, la empresa no ha dado respuestas. Informó que esperan introducir un documento en la Inspectoría del Trabajo a la espera de que se aclare su caso.

“Yo me merezco vivir mejor, creo que me merezco tener un salario digno”, relató. Por otro lado, reiteró que seguirán en las protestas que ya suman cinco desde el primero de febrero. “De las calles no nos van a sacar, en la calle vamos a estar hasta que tengamos una respuesta del gobierno, de la CVG y de Sidor sobre nuestros derechos que fueron hurtados”.

Un plan contra todos los trabajadores

José Saracual, otro de los trabajadores afectados por la suspensión de pago pese a sus 37 años de servicio en la empresa, señaló: “No puedes atentar con alguien porque levante su voz (…) me están quitando la arepa de mi familia”.

El trabajador alertó que estaban siendo usados como ensayo para aplicar estas medidas con quienes manifiesten sus molestias contra algún directivo de la empresa. “Es un plan para cercenar el derecho a todos los trabajadores, no solo a uno”, dijo.

Saracual subrayó que no se dejarán “amilanar” por las medidas y que la denuncia no es una súplica, sino un intento de recuperar los derechos vulnerados. El delegado declaró que no descarta tomar medidas como encadenarse a la empresa para que sea restituido su salario.

De acuerdo con los trabajadores, la suspensión del salario afectó sobre todo al sidorista Cruz Hernández quien se contagió de COVID-19 y solo pudo acceder a medicamentos a través de donaciones de los mismos compañeros de la empresa, pues tampoco se le garantizó el seguro médico.

Las medidas de retaliación contra quienes protestan no son nuevas en las empresas de Guayana, en las que trabajadores que han protestado son sacados de planta, desactivadas sus fichas y hasta jubilados de forma forzada.

La suspensión de pago, incluso, ha servido para sembrar miedo en los trabajadores de base que dependen de los salarios de las empresas para llevar alimento a sus hogares y prefieren guardar silencio antes que perder los bajos pagos. Pese a que Correo del Caroní intentó saber las razones de la suspensión del salario, no hubo respuestas de la estatal.