domingo, 28 abril 2024
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Transportistas exigen reunión con ZODI y Gobernación para acordar plan de suministro de combustible

El gremio de transporte de rutas interurbanas plantea acuerdos que les permitan un suministro regular de combustible y fijar tarifas que convengan tanto a los prestadores de servicio como a los usuarios. | Foto William Urdaneta

@mlclisanchez 

Transportistas interurbanos del estado Bolívar, especialmente de Ciudad Bolívar (municipio Angostura del Orinoco), Ciudad Guayana (municipio Caroní) y Upata (municipio Piar), exigen a la ZODI Bolívar y Gobernación del estado que les sean devuelta las estaciones de servicio asignadas al sector en cada municipio, y que se regularice el surtido de combustible para poder cumplir con su jornada laboral, de acuerdo con los esquemas de flexibilización.

El gremio señala que desde el año pasado no pueden contar con surtido de combustible continuo pese a que el ministro del Poder Popular de Petróleo de Venezuela, Tareck El Aissami, declaró que para el transporte público estaría 100% disponible sin interrupción en las estaciones de servicio subsidiadas.

El trecho entre esa declaración y la realidad de los agremiados es muy amplio. Después de 21 días de inactividad, esta semana de flexibilización las terminales de Bolívar abrieron sus puertas para las rutas interurbanas dentro de la entidad y excluyendo la zona sur, pero sin garantizar gasolina para que los transportistas reiniciaran sus operaciones.

“Nos abren una terminal y no nos hablan de combustible. El más afectado es el pueblo, nos toca cobrar precios por encima, porque tenemos que pagar la gasolina dolarizada”, manifestó el coordinador del eje oriental del sindicato de Transportistas por Venezuela, Gerson Salazar.

 

Esto ha mermado desorbitadamente, y con eso nuestros ingresos. Nosotros solo queremos trabajar para ayudar a nuestras familias”.

El también secretario de organización de una cooperativa de transporte de Ciudad Bolívar destacó que quienes se mantienen operativos lo logran porque viajan hasta El Tigre, estado Anzoátegui, para poder surtir combustible, lo que también impacta directamente en el precio final del pasaje, valorado en más de 20 dólares dependiendo de la ruta.

Explicó que la dinámica que deben emplear para surtir gasolina es utilizar dos carros para llenar el tanque del carro que estará operativo para hacer el viaje. “Así todo es un gasto, porque también se debe pagar a los transportistas que fueron a surtir. También tenemos que lidiar con la extorsión en las alcabalas”, dijo.

Las terminales terrestres estuvieron 21 días cerradas, y tras su reapertura en semana de flexibilización, todavía no hay un plan de surtido de gasolina que permita a los agremiados laborar. “Tenemos que pasar por todo esto mientras vemos que en los otros estados del país hay combustible para el sector transporte”, manifestó.

Antes, los transportistas interurbanos con sede en Ciudad Bolívar podían surtir en la estación de servicio Guayana, y en Upata podían surtir en la estación de servicio San Onofre.

“Ahora ni siquiera nos dejan viajar al sur. Ahorita las personas no están viajando por necesitad, ¡están viajando por estrictas emergencias!, por eso es importante seguir trabajando”, afirmó.

Operatividad al mínimo 

En condiciones normales, las terminales podían tener hasta 180 vehículos activos para las rutas Ciudad Bolívar, San Félix, Upata, Caicara del Orinoco, Tumeremo, Guasipati y El Callao. Pero ahora apenas hay entre dos y tres carros activos, y a veces ninguno.

“Esto ha mermado desorbitadamente, y con eso nuestros ingresos. Nosotros solo queremos trabajar para ayudar a nuestras familias”, expresó José Cedeño, transportista interurbano con sede en Upata.

Cedeño resaltó que cuando logran surtir, apenas les surten 20 litros de combustible cuando requiere al menos 60 para un solo viaje. Surtir 60 litros de gasolina puede costar hasta 120 dólares.

“Nosotros queremos satisfacer al pueblo, porque dependemos de quienes trabajan día a día. Queremos reunirnos con las autoridades competentes para llegar a un acuerdo, surtir combustible y fijar una tarifa de pasaje que convenga al sector transporte y al usuario”, expresó.

De 100 vehículos de una cooperativa interurbana del estado Bolívar se mantiene activa en promedio apenas 36% de su flota | Fotos William Urdaneta

Los transportistas señalaron que deben apelar, como todos, al mercado negro de combustible, en el que se consigue el litro de gasolina entre dos y tres dólares, por lo que deben fijar el pasaje en función a cómo consiguieron la gasolina determinado día de la semana.

“Eso lo vemos, cuando también a diario vemos pasar entre 10 y 12 cisternas de combustible hacia el sur del estado Bolívar, hacia los sectores mineros”, denunció.

De los cinco viajes que Olider Rondón, otro transportista, hacía a la semana, esta semana de flexibilización y después de 21 días sin trabajar, pudo hacer apenas dos. Solo llenar un tanque le puede salir en más de 100 dólares, sin tener garantía de que en la ruta de regreso pueda cargar pasajeros para recuperar la inversión.

“No tenemos el retorno seguro porque no tenemos la misma afluencia de personas, a veces en la ruta de regreso nos venimos sin pasajeros y teniendo que pagar en las alcabalas”, relató.

Rondón resaltó que más de un transportista hace sus diligencias personales a pie para poder rendir el combustible, que es su principal sustento.

La situación en el municipio Caroní es la misma. Desde el año pasado cada vez más carritos se quedan sin salir.

“Vendo mi carro por piezas”

El sector transporte ha sido de los más afectados por la crisis de combustible que golpea de manera desproporcionada al estado de vocación minera, Bolívar. Entidad a la que autoridades someten a una regulación más estricta de combustible.

Gerson Salazar informó que de 100 vehículos que trabajaban en la cooperativa de la que es secretario general, apenas 36 están operativos por la crisis de combustible, la escasez de efectivo y por que el precio del pasaje impuesto no cubre la operatividad de los carros por puesto.

 

Tenemos que pasar por todo esto mientras vemos que en los otros estados del país hay combustible para el sector transporte”.

Señaló que la mayoría de los agremiados han vendido sus vehículos por piezas, para poder procurar el sustento diario, y en ocasiones desarman carros que ya no están funcionales para armar uno que pueda rodar.

“Les ha tocado vender puertas, partes del motor, cualquier cosa para sostener otras unidades operativas, eso nos tiene abatidos”, dijo.

Después de esta semana, a menos que el Ejecutivo nacional anuncie otra medida improvisada, las terminales volverán a estar cerrados por 15 días más, mientras los transportistas tienen una reserva de ingresos cada vez menor.

“Queremos reunirnos con las autoridades para llegar a un acuerdo: surtir combustible y fijar una tarifa de pasaje beneficiosa”, puntualizó un transportista