jueves, 28 marzo 2024
Search
Close this search box.
Search
Close this search box.

Empleados de CVG Alunasa solicitan al Estado venezolano el pago de sus salarios

La compañía productora de materiales terminados y semiterminados, en Costa Rica, padece los mismos problemas de desinversión y corrupción que las industrias de aluminio en Guayana. | Foto Mayela López | La Nación

@g8che

Empleados de Aluminios Nacionales (Alunasa), empresa transformadora de aluminio ubicada en Costa Rica, perteneciente al Estado venezolano desde 1994 y administrada por la Corporación Venezolana de Guayana, ha incumplido el pago de salario de las últimas dos quincenas de 183 trabajadores costarricenses.

José Luis Rosales, delegado sindical de la empresa, solicitó a autoridades de la administración de Nicolás Maduro que de forma urgente presenten un plan y recursos para Alunasa, con la finalidad de producir y pagarle a los trabajadores.

Miembros del sindicato quieren lograr acuerdos con la empresa para retomar operaciones y evitar la pérdida de empleos

Rosales, en llamada telefónica desde Costa Rica con Correo del Caroní, señaló que el 15 de septiembre la compañía los envió a sus casas al no tener dinero para pagar el salario, con la promesa de que en los próximos días resolverían el tema salarial.

Sin embargo, al día siguiente, autoridades de la transformadora solicitaron al Ministerio del Trabajo de Costa Rica la suspensión de los contratos laborales por seis meses, por sufrir un bloqueo económico. “¿Por qué no nos dijeron desde el mismo 15 que está situación iba a pasar?”, preguntó.

El ministerio negó la solicitud al determinar que el problema económico es por mala gestión de la administración de la empresa. “Nosotros concordamos con esa resolución del ministerio, porque es lo que hemos visto desde hace mucho tiempo”, añadió el empleado.

Posteriormente se instauró una mesa de trabajo entre cuatro empleados, el presidente de la compañía, Pablo Turmero, el asesor jurídico, Carlos Peña, y el ministerio como árbitro. Luego de tres encuentros el argumento de funcionarios venezolanos fue: “No tenemos respuesta”.

El Ministerio del Trabajo de Costa Rica instó a la empresa a cancelar las deudas con los empleados a más tarde el lunes 4 de octubre, ya que de no ser así, plantearía una acusación formal en tribunales laborales del país centroamericano.

Sin respuestas de Venezuela

Los empleados han enviado cartas al presidente de la Corporación Venezolana de Guayana, Pedro Maldonado y al ministro de Industrias, Jorge Arreaza, y hasta la fecha no tienen ninguna respuesta, solución o plan para atender carencias salariales.

“Maldonado nos dijo que si le teníamos paciencia y consideración esto tal vez se podría ir resolviendo en el primer trimestre de 2022, y no es que nosotros no tengamos paciencia, esto se trata de que uno no puede ir pacientemente al supermercado a ver si le dan algo para comer”, declaró Rosales.

El delegado sostuvo que decir que esperen hasta 2022 para ver si pueden reactivar operaciones no es un plan, es solo “un buen deseo que no resuelve el problema del alimento en estos seis meses”.

Empleados afectados

“Estamos viviendo todo un drama que tiene rostro humano y hasta ahora no tenemos una propuesta concreta”, expresó el delegado. “Hay muchos compañeros que nos llaman a todos nosotros que, si no pagan la pensión alimentaria de su hijo, los van a meter a la cárcel y no es uno, son muchos trabajadores”.

Otros, por su parte, han tenido que dedicarse a trabajos de la agricultura para percibir ingresos. “Fue la única forma de conseguir dinero, para comprarse una bolsita de arroz y de frijoles porque no tienen que comer (…) esta situación nos agarra con las despensas vacías”, lamentó.

De acuerdo con lo explicado por Rosales, la mano calificada de más de 30 años de servicio solamente puede servir en Alunasa y no quieren perder la empresa, ni los puestos de trabajo. “Nos preocupa la permanencia de la empresa en Costa Rica, que no se muera”.

Al igual que las industrias de Guayana

La transformadora ubicada en el país centroamericano durante los últimos casi 10 años, no se ha salvado del mal manejo y la corrupción que ha empañado a las industrias de Guayana. La empresa en 2017 debía más de 2 millones de dólares a bancos costarricenses, 600 mil dólares a la Asociación Solidarista de Empleados, sumaba deudas también en tributos y dejó de pagar la Caja Costarricense del Seguro Social.

Además, en marzo de 2018 envió a sus 400 trabajadores a sus casas por un periodo de seis meses por no contar con materia prima. En este tiempo se prometía que cuando retomaran operaciones, los empleados cobrarían los meses que fueron obligados a salir de planta, pero hasta la fecha esta deuda se mantiene.

En julio de 2018 una investigación del Departamento del Tesoro de Estados Unidos reveló que el presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y uno de los líderes más importantes del oficialismo, Diosdado Cabello, lavó dinero a través de Alunasa en 2016.

Posteriormente se cerraron sus cuentas bancarías en Costa Rica y las operaciones se retomaron meses después. Una investigación del medio venezolano Armando.Info de 2020, detalló que Alunasa reactivó sus operaciones en 2019 con ayuda de Metallik Limitada LTD, cometiendo “irregularidades con el valor de la mercancía y el pago de impuestos” a Costa Rica.

La empleada de programación de producción, Jockeselyn Rodríguez, señaló que, en el periodo entre 2006 y 2012, la empresa era productiva con al menos 800 toneladas de productos transformados por mes, pero luego con la incorporación de militares en 2015 a la empresa todo decayó.

Inició el nepotismo, el despilfarro de dinero con la construcción de gimnasios, piscinas y empezó a escasear la materia prima y la producción bajó, al punto que los trabajadores asistían a la compañía a limpiar y mantener las instalaciones, tal cual como pasó en las empresas básicas.

“Las producciones era de 200 toneladas, la más alta que recuerdo era 500 y fue mucho, en un mes super bueno”, dijo. “El dinero nunca se vio, no se vio en abastecimiento de materia prima”.

Rodríguez afirmó que los empleados viven en incertidumbre, trabajando en oficios que no permiten ingresos para mantener a sus familias. Insistió en que la empresa debe pagar las quincenas, y de ser posible pagar las prestaciones y demás garantías laborales.

Alunasa, no está lejos de las carencias que se padecen en Bolívar, la compañíavive la misma realidad que viven las empresas del aluminio en Ciudad Guayana desde la presidencia de Hugo Chávez y ahora, en la de Nicolás Maduro: destrucción, desinversión, corrupción y mala administración.