viernes, 29 marzo 2024
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Defensa de Rodney Álvarez exige urgente atención médica para el trabajador por mareos y pérdida de la vista

Álvarez tiene alrededor de 45 días sufriendo problemas de salud y no ha sido atendido ni se ha autorizado su traslado a un centro de salud.

@g8che

La defensa del exferrominero Rodney Álvarez solicita atención médica urgente para el trabajador preso en el recinto penitenciario El Rodeo II en el estado Miranda. De acuerdo con los abogados, desde hace 45 días ha sufrido mareos y problemas en la vista.

El abogado Luis Aguilera solicitó el traslado en tribunales y al Ministerio de Asuntos Penitenciarios, luego de agravarse su condición de salud. Informó que desde hace varios años el trabajador sufre de sinusitis y, en estos momentos, han empeorado los dolores de cabeza.

“Presumimos que tiene serias afecciones a nivel neurológico en virtud de los maltratos físicos que ha recibido de los funcionarios desde el momento en que fue detenido en 2011”, dijo.

Álvarez fue detenido en 2011, acusado del homicidio del obrero Renny Rojas en los portones de la estatal Ferrominera Orinoco, cuando se realizaba una asamblea de trabajadores. Pese a las escasas pruebas en su contra, fue sentenciado en junio a 15 años de prisión.

Desde su detención ha sufrido graves retardos procesales. El abogado explicó que la corte de apelación en la sala número 1, donde apelaron la sentencia de 15 años, conoce de las solicitudes de traslado. Sin embargo, indicó que no han admitido el expediente, lo que mantiene en el limbo su caso, así como la orden de atención médica.

Aguilera afirmó que la afección de Álvarez necesita una atención especial más allá de la que pueda brindar la enfermería del recinto penitenciario. “Debe hacérsele una tomografía y que un especialista diagnostique la procedencia de la pérdida de la visión y los mareos”, dijo.

Agregó que entregarán un documento en la Fiscalía responsabilizando al fiscal general Tarek William Saab de las carencias de salud del ferrominero. Además de los problemas de sinusitis, mareos y pérdida de la vista, Álvarez ha sufrido tres atentados con arma blanca durante la reclusión y no cuenta con garantías alimenticias.

Aunque organizaciones defensoras de derechos humanos y la Comisión de Encuestas de la Organización Internacional del Trabajo solicitaron su liberación en 2019, Álvarez sigue preso, sentenciado a 15 años y víctima de un sistema de justicia que vulnera sus derechos.