Las filiales de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) pagaron el miércoles la primera porción de las utilidades fraccionadas en cuatro partes, una modalidad que se aplica por tercer año consecutivo. Los montos van de 80 a 180 dólares, dependiendo de los cargos y años de servicio, un monto que ni roza la canasta alimentaria que se ubicó en $ 304 en septiembre, de acuerdo con el Observatorio Venezolano de Finanzas.
El pago de este primer 25% tuvo una leve mejoría, comparada con el 2020, cuando los empleados cobraron entre 40 y 70 dólares. Algunos trabajadores esperaban cobrar menos que el monto depositado el miércoles, aunque afirman que el desembolso no significó mayor cambio en el acceso a bienes y servicios.
Hoy me monté en el microbús y un trabajador de los desactivados me dijo que solo le pagaron 180 bolívares, lo que puede es comprar comida, un poquito de comida para aguantar la pela”
Carlos Ramírez, delegado de prevención de Sidor
Años atrás el pago de utilidades permitía a los trabajadores adquirir carros, comprar ropa para festividades de diciembre, pintar la casa y preparar la tradicional comida navideña. Desde el memorando 2792, impuesto en 2018 por la administración de Nicolás Maduro, las tablas salariales y modalidades de cálculo acordadas en los contratos colectivos fueron desconocidas, por lo que ahora lo poco que cobran termina destinado a lo más básico: comida.
El expresidente del Sindicato de Trabajadores Profesionales de Venalum, Manuel Díaz, repudió que el pago sea nuevamente fraccionado, porque a su juicio devalúa el dinero que reciben. Asimismo recriminó que la estatal no entregara un listín de pago para explicar cómo se determinó el monto.
“Quedamos amotinados ayer”, dijo un trabajador de la reductora de aluminio. El hombre cobró 345 bolívares en el primer pago de 25%, el equivalente a 82 dólares, de acuerdo con el tipo de cambio oficial de este jueves. “Lo que voy es a llorar (…) lo que hicieron fue reírse en nuestras caras”.
Aumento insignificante
El delegado de prevención de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), Carlos Ramírez, repitió una frase que se ha vuelto común en cada quincena en el país: el pago se va a convertir en “sal y agua”. “Hoy me monté en el microbús y un trabajador de los desactivados me dijo que solo le pagaron 180 bolívares, lo que puede es comprar comida, un poquito de comida para aguantar la pela”, afirmó.
Un obrero de Sidor sostuvo que recibió el equivalente a 100 dólares. “Todavía es poco comparado con lo que recibíamos hace seis años”, afirmó. “Voy a comprarle algunas cositas a mi mamá, al bebé y otras para mí, pero lo demás será principalmente comida, porque no se puede hacer mucho”.
Otro trabajador del Complejo Siderúrgico Nacional en Planta Casima, que cobró cerca de 200 dólares, quedó sorprendido con el ajuste, aunque no mejora sus condiciones de vida. “Ahorita no alcanza para mucho, será lo necesario: comida y una que otra cosita para los niños de uno, para eso alcanzaría”.
Piden reajuste para el 75% restante
El secretario general del Sindicato de Trabajadores del Complejo Siderúrgico Nacional en Planta Casima, Alejandro Álvarez, afirmó que el monto sigue siendo mínimo y sin posibilidades de crecimiento del trabajador. “Mi primera casa la compré con el primer pago de mis utilidades. El año siguiente ahorré y entre utilidades y vacaciones me compré un carro”, recordó.
Asimismo cuestionó que se haga fraccionado cuando durante los últimos dos días la tasa de cambio ha subido. “Ojalá el otro 75% lo paguen con un reajuste, porque si el dólar sigue subiendo, se va a devaluar”.