Bolotín expresó que el girasol vuelve de nuevo a tierras portugueseñas, pero esta vez con la agricultura de contratos, de la mano del sector privado.
Kenia Martínez, una mujer indígena Baré, lidera a un grupo de ocho personas empeñadas en crear una réplica del bosque cerca de Puerto Ayacucho, una ciudad en expansión en el Amazonas venezolano. Hombres y mujeres indígenas Huottöja y Jivi la acompañan en su andar, y combinan árboles que crecen rápido y dan buena sombra, como la guama y el caucho, con comestibles, como el cacao y el copoazú.
Más de dos mil unidades de producción están casi paralizadas en Bolívar. Los ganaderos denuncian la desatención y falta de acompañamiento del gobierno regional, toda vez que compiten en desventaja con el avance de la minería.
Carlos Rodríguez señaló que incluso insumos vencidos y fuera del tiempo previsto se les entregaron a los representantes del campo, irregularidades que impiden que se cumplan las metas de producción por hectárea.
José Pérez comentó que Venezuela tiene el potencial para sembrar unas 240 mil hectáreas como ocurrió en el 2014, cuya producción pudo abastecer al país.
El Consejo Legislativo del estado Bolívar busca fomentar la siembra de cacao en la entidad, que cuenta con zonas potenciales para su producción.
Esta nueva modalidad de la violencia se suma a los saqueos, asesinatos y violaciones ocurridas en fincas y al resurgimiento de los secuestros. Las FARC utilizan las bombonas de gas doméstico como explosivos.
La Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos y afines (Sviaa) registró incrementos de alrededor de 15% en gran parte de los rubros, con respecto a 2020.
Productores explicaron que estimaban una producción de maíz de 250 de mil hectáreas, pero apenas se pudieron sembrar 180 mil. | Foto William Urdaneta
El municipio bolivariano Angostura (antiguo Raúl Leoni) producía hace cinco años atrás 20 mil hectáreas de maíz, el doble de lo que estiman sembrar esta temporada. Esta semana empezó el suministro de gasoil a algunos productores. | Foto William Urdaneta