La frontera con Brasil, por el sur del estado Bolívar, era uno de los puntos para el ingreso de insumos y medicinas. En cambio, hubo represión armada y un saldo de cinco asesinados, entre ellos tres indígenas pemones.
La marcha saldrá desde Villa Colombia y Villa Brasil, en alusión a las fronteras donde venezolanos han sufrido las arremetidas militares del régimen.
58 personas han sido apresadas por las protestas que arrancaron el 22 de febrero a favor de la ayuda humanitaria en la localidad fronteriza con Brasil. De este grupo, solo 14 han sido liberados sin presentación: 12 indígenas y dos menores de edad.
El movimiento se solidarizó con el alcalde Emilio González, quien es perseguido a raíz de los asesinatos en Santa Elena de Uairén ocasionados por fuerzas militares.
El diputado Lester Toledo viajará la próxima semana al estado brasileño de Roraima, fronterizo con el estado Bolívar de Venezuela, para verificar la logística de ingreso de la ayuda humanitaria.
Dirigentes pemones rechazan que fuerzas militares intenten enfrentar y dividir a la comunidad indígena. En el caso de que los actores políticos intentaran un diálogo o negociación, señalan que la Gran Sabana es el escenario propicio con sus autoridades indígenas como mediadoras.
Es la presencia activa que permite valorar el sentimiento de los 15 dirigentes sindicales, padres de familias, tras las rejas de la cárcel por defender sus derechos laborales ante un régimen que ignora la justicia social.
El Consejo de Caciques y la Guardia Nacional no habían llegado a acuerdos luego de varias horas de reuniones.
El Consejo de Caciques solicitó la reprogramación de los comicios, luego de que un pemón resultara muerto y otro herido, tras una incursión militar.