Sólo falta que encarcelen a Guaidó y que la diáspora se multiplique, crezca todavía más y exponencialmente, comprometiendo la gobernabilidad de Colombia, que es su primer destino, la estabilidad económica regional, y la propia paz y seguridad en las Américas.
“La necesaria ayuda humanitaria enviada a la República Bolivariana de Venezuela no viola el principio de no intervención en los asuntos internos de los estados”, explica una resolución del organismo.
La sesión en la sede del bloque regional, en Washington, se realiza a petición de Estados Unidos, Costa Rica y Colombia.
La urgencia de la ayuda humanitaria que reclaman y su acopio es el punto de unión entre las víctimas alrededor de Guaidó y es ese el único foco capaz de sostener la concertación internacional, alejando los territorios propicios para la cobardía o la neutralidad.
El tribunal de conducta actuó de oficio tras la información periodística y juzgó y condenó a Almagro sin convocarlo, informarle y preguntarle nada.