Ante la negativa del Estado venezolano de atender la petición de los jubilados, los 6 protestantes se niegan a levantar la huelga de hambre hasta que se firme un acta o compromiso de pago con carácter legal.
Solo el 40% está tratado, y de este 40% solo el 34% están controlados, es decir la mitad es hipertensa; y de esa mitad, la mitad está tratada, y de esa mitad solo un tercio está adecuadamente controlado; esto es sumamente grave.
Feliciano Reyna, fundador de Acción Solidaria, aseguró que una buena parte de la población está viviendo una “situación crítica (…) en términos de su derecho a la salud”.
Convite destacó que la mayor disponibilidad de medicinas en los anaqueles no se traduce en accesibilidad debido a los altos costos que en la mayoría de los casos no pueden ser pagados por los afectados.
Pese a la pandemia jubilados y pensionados siguen saliendo a las calles, al menos en Caracas. Los pocos ingresos económicos los obliga a romper la cuarentena para percibir dinero ya sea en la venta de mercados informales o buscando efectivo en entidades bancarias.
La explosión de un transformador dejó a la manzana 5 y 6 de ocho bloques de la urbanización Los Mangos sin servicio eléctrico. En Corpoelec no tienen el equipo para restituir el servicio y recomiendan gestionarlo ante la Gobernación del estado Bolívar.
Rubén González sigue privado de libertad y en condiciones que atentan contra su vida luego de año y medio recluido injustamente en la cárcel La Pica, el Estado constantemente viola sus derechos humanos negándole cualquier acceso a la atención médica.
De acuerdo con el Índice de Escasez de Medicamentos de febrero de 2019, la morbilidad por falta de anticonvulsivos es de 91.2%.