Además de todos los problemas que ocasionan los incendios, hay muchas “ideas zombis” que en nada ayudan cuando de prevención y contención se trata. Aquí aclaramos algunas de ellas.
En la región amazónica venezolana había 5.690 incendios activos a finales del mes pasado, indican datos de la NASA.
Desde la Estación Hidrometeorológica de la UCV explicaron que el riesgo de incendios forestales se extiende hasta mayo, cuando se espera que termine la temporada seca y los efectos del fenómeno El Niño en el país.
Según el Departamento de Ingeniería Meteorológica de la Universidad Central de Venezuela, durante el mes de febrero se detectaron 9.052 focos de calor y 1.248 correspondían al estado Bolívar.
Desde el 12 de marzo el Sindicato Unitario Nacional de Empleados Públicos del Instituto Nacional de Parques ha advertido que los recursos humanos para atender un incendio en cualquier parte del país son limitados.
El cambio climático y la influencia del fenómeno meteorológico de El Niño han provocado el incremento del estrés hídrico en la región, con sequías más persistentes, como la que afecta desde hace aproximadamente cuatro años al sur de Latinoamérica, en Argentina, Paraguay o Uruguay.
El pico de calor se espera en mayo y disminuirá con las lluvias a partir de ese mes, hasta octubre.
Andrade recomendó a la población permanecer hidratados, con ropa cómoda, en lugares bajo techo o en sombra para que la percepción de calor sea menos.
Tras analizarse sedimentos marinos extraídos del suelo oceánico de la zona de la Antártida, donde se encuentra ubicado, se determinó que la pérdida masiva de superficie helada empezó hace 8 décadas.
Andrade destacó que es fundamental considerar estos fenómenos climáticos en la planificación de sistemas hídricos, como el abastecimiento de acueductos, la generación de energía hidroeléctrica, así como en la prevención de incendios forestales.