La estructura humana está hecha por nuestras palabras y acciones, y ellas conforman edificios que nos organizan la vida. No siempre son fáciles de ver o transformar.
Violar la Constitución no es una opción opositora para salir de esta tragedia. No se puede cometer el error que tanto se critica y ataca cometiendo el mismo error. El tiempo corre indetenible e imperturbable.