Partidos, gremios y diputados aseguran que “ni todo el apoyo internacional ni firmeza de parlamentarios es suficiente para derrocar la dictadura si el pueblo venezolano no se moviliza”.
Dejemos a un lado los intrascendentes debates inducidos, voluntaria o calculadamente, sobre secundarios temas, por la multiplicidad de constitucionalistas que aparecen a diario diluyendo la opinión de quienes sí lo son.