viernes, 19 abril 2024
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La final de Libertadores se jugará fuera de Argentina

La Conmebol decidió que el último capítulo de la Copa Libertadores se estaría disputando entre el 8 o 9 de diciembre en un estadio aún por definir, pero fuera de la Argentina.

Asunción.- El partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores de América de 2018 se jugará 8 o 9 de diciembre en una sede por definir, fuera de Argentina, anunció este martes la Conmebol, que aclaró que la decisión queda sujeta a lo que determine el Tribunal Disciplinario del organismo.

«El partido final se juega fuera de Argentina», dijo el presidente de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez a la prensa al concluir una reunión en Asunción con los presidentes de Boca (Daniel Angelici) y River (Rodolfo D’ Onofrio) para reprogramar la final que fue postergada luego de que fuera atacado con piedras y palos el autobús que conducía al plantel de Boca el sábado pasado.

Según un comunicado del organismo rector del fútbol sudamericano «el partido de vuelta de la final de la Libertadores de 2018 se llevará a cabo entre el 8 y 9 de diciembre en horario y sede a definirse por la administración».

Conmebol agregó en la misiva que se hará «cargo de los gastos de viaje, hospedaje, alimentación y traslado interno, de hasta 40 personas por delegación».

Boca no piensa en jugar la final

Pero la realización de la final de la Libertadores el 8 o 9 de diciembre anunciada queda sujeta a lo que determine el Tribunal Disciplinario de Conmebol, aclaró la entidad.

«No está en la cabeza (de Boca) jugar otra final», expresó el presidente de los ‘xeneizes’ Daniel Angelici en rueda de prensa tras la reunión en la sede de la Conmebol. «Boca va a agotar todas las instancias administrativas y si tenemos que ir al TAS lo haremos».

Angelici dijo que los argumentos contra River son contundentes. «No hubiera firmado la presentación si no estuviera convencido de que tenemos los elementos suficientes».

Boca presentó un escrito ante ese órgano reclamando que se le dé por ganada la final tras la violenta agresión de barrabravas de River al autobús que trasladaba al plantel ‘xeneize’ al estadio Monumental.

El ataque con piedras y palos dejó a varios jugadores ‘xeneizes’ afectados, entre ellos el capitán Pablo Pérez, herido en su ojo izquierdo. 

Los incidentes obligaron a aplazar en dos ocasiones la inédita superfinal entre los archirrivales de Argentina, de la que estaba pendiente todo el mundo del fútbol.

Unos 2.000 efectivos policiales y de otras fuerzas como gendarmería y prefectura fueron desplegados en el operativo el sábado.

Artículo 18

Boca se ampara en el artículo 18 del Reglamento de Disciplina, que prevé sanciones hasta la derrota, en una presentación que hizo al Tribunal de Disciplina, un organismo independiente de diez miembros que no ha dado pistas sobre cuándo se expedirá.

En la determinación del resultado o la descalificación que prevé el artículo 18 del Reglamento de Disciplina de la Conmebol quiere hacerse fuerte Boca, que en 2015 fue expulsado en octavos de final de la Libertadores, precisamente en un partido ante River, cuyos jugadores fueron atacados con gas pimienta a la salida del entretiempo en La Bombonera. 

River terminó ganando ese año su tercer título de Libertadores, mientras Boca, en la cancha o en el escritorio, busca su séptima corona para igualar a su compatriota Independiente como máximo ganador del certamen continental.

Lluvia de postulantes 

Poco antes de comenzar este martes el encuentro de los dirigentes en Asunción, el estadio Mineirao, en Belo Horizonte, se ofreció como sede de la final de la Libertadores ante la posibilidad de que la Conmebol decida que el duelo decisivo se juegue fuera de Argentina.

Del mismo modo, Génova se propuso el lunes como sede de la superfinal alegando que en el origen de ambos clubes tuvieron destacada participación inmigrantes italianos, particularmente genoveses.  

También se menciona a Asunción como posible sede del partido.