martes, 14 mayo 2024
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De emporio cementero de oriente a empresa de escombros y ruina

36 años atrás, Cementos Guayana alcanzó una producción de 30 mil toneladas y un valor en activos de 200 millones de bolívares. Participó en grandes proyectos en diversos estados en el oriente del país.

Cementos Guayana fue una empresa guayanesa que participó en casi todos los proyectos importantes realizados en Ciudad Guayana, siendo uno de los pilares fundamentales en su desarrollo como urbe. El 5 de octubre de 1985 cumplió 15 años de fundación y en este Correo de Ayer recordamos lo que fue su aporte y trayectoria al desarrollo de la región oriental del país.

La compañía se creó en la gestión del general Rafael Alfonzo Ravard, como presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG). Surgió como empresa mixta y contó con un grupo de empresarios privados como socios, quienes concibieron la idea de instalar una planta para aprovechar el subproducto de la fabricación de acero por parte de las siderúrgicas.

Fueron invertidos 12 millones de bolívares como capital para la firma Cementos Guayana, dividido en 25% de CVG -capital oficial- y el 75% restante -capital privado-, repartido entre las firmas Venezolana de Cementos, Fábrica Nacional de Cementos y Consolidada de Cementos.

Para el momento de su 15 aniversario, la planta sobrepasaba los 200 millones de bolívares en sus activos, cifra muy superior a los 40 millones que presentaba cuando se constituyó la compañía, y alcanzó una producción de mil toneladas diarias, explicó Ottoniel Picardo, gerente de Cementos Guayana, a Correo del Caroní. Aparte de Guayana, sus productos cubrían el mercado del estado Monagas, Delta Amacuro y Amazonas.

Los trabajadores tenían un sindicato que los representaba y mantenía buenas relaciones con la directiva, además un elevado porcentaje de ellos contaba con vivienda propia, según contó Picardo.

La Cementos Guayana de hoy

En una serie de artículos recientemente publicados en Correo del Caroní se ha expuesto la realidad actual de las cementeras guayanesas, que lidian con una crisis prominente donde los problemas son baja producción, insuficiencia salarial, corrupción, eliminación de beneficios laborales, despidos injustificados y conflictos laborales.

Jhonny Linares, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Venezolana de Cementos (Sintracemex), advirtió que Venezolana de Cementos apenas produce 5% de su capacidad instalada. Aunado a los números rojos, reclamó el desvalijamiento de frentes de trabajo, que dejó a poco más de 200 trabajadores sin empleo.

Quienes han denunciado las precarias condiciones de las empresas se enfrentan a calificaciones de despido e irregularidades en los procesos de reenganche, como respuesta de las autoridades, y mientras tanto, el Estado se tapa los ojos ante la situación, siendo cómplice en las constantes violaciones a los derechos de los trabajadores.