viernes, 29 marzo 2024
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Ciclistas incursionan en el negocio de entregas a domicilio en Puerto Ordaz

Algunos ciclistas han optado por hacer entregas delivery en bicicleta como una fuente de ingresos alternativa y como apoyo para negocios prioritarios durante la cuarentena en Puerto Ordaz.

@mlclisanchez

La escasez de gasolina ha hecho que recorrer la ciudad pedaleando en bicicleta se convierta en algo más que un deporte o una actividad recreativa: en un emprendimiento. Sin gasolina y sin al menos 3 mil dólares para comprar una moto eléctrica, quedan los bici-taxis para hacer entregas a domicilio.

Si bien en otros países el delivery en bicicleta es parte de la cotidianidad, no era el mismo caso de Venezuela, y menos de Guayana. Algunos emprendedores de la entrega a domicilio en bicicleta han manifestado su deseo de que cada vez se abra más espacio en el mercado para esta iniciativa en medio de la cuarentena por la COVID-19 y la falta de gasolina.

“Por acá hay una demanda que vale la pena atender y de paso contribuye a la premisa de esta situación que es el hecho de quedarse en casa”, expresó Abraham Guzmán, un joven de 25 años que encontró en la entrega a domicilio en bicicleta una alternativa para sortear el problema de combustible para negocios y particulares.

Abraham se dedicaba al diseño y venta de accesorios para caballeros como corbatines, corbatas, tirantes y pañuelos y ha sido uno de los tantos emprendedores que han tenido que paralizar su actividad comercial por la pandemia de la COVID-19. “En cuestión de horas todo se pausó, no hubo de otra”.

Es por eso que ahora incursiona en las entregas delivery, de 7:00 de la mañana hasta las 12:00 del mediodía. Ha cubierto rutas en promedio de 25 a 30 kilómetros bajo el sol -a veces inclemente- de Puerto Ordaz. “El otro día me tocó una casi a las 12:00 del mediodía, bajo un sol que… a veces uno no sabe si va a lograrlo o no”, expresó.

Su motivación es la de todos en medio de la emergencia humanitaria compleja: generar ingresos para conseguir alimentos y medicinas en medio de la cuarentena marcada por la aceleración de la inflación, el control de precios y la escasez de gasolina para movilizarse.

Abraham padece de asma y trastornos gastrointestinales, por lo que depende de tratamiento permanente por el que debe trabajar duro no solo para conseguir sino también para costear, por ello se propuso pedalear por la ciudad haciendo encomiendas por encargo.

Abraham ve en esto una nueva posibilidad -aunque con capacidad limitada de hasta 15 kg de carga- para los negocios de rubro prioritario que deben mantener sus puertas abiertas durante la cuarentena como el sector farmacéutico y de alimentación.

También ha estado trabajando en un proyecto para convertir su bicicleta convencional en eléctrica, con la instalación de dos motores pequeños y unas baterías de computadora portátil (laptops); antes había tratado de armarla a gasolina, sin embargo, por la escasez del combustible, desistió.

Al negocio de las entregas también decidió incursar Hugo Barrios, atleta de alto rendimiento y entrenador físico de 27 años que por la cuarentena tuvo que paralizar sus actividades en el Gimnasio Sport City, en Puerto Ordaz. Lleva un día ofreciendo el servicio de delivery en bicicleta, y dice que al menos 13 negocios han manifestado interés.

Dentro de los retos de este nuevo emprendimiento, Barrios explica que está la poca o nula cultura de respeto a los ciclistas en Puerto Ordaz, pues la distancia de un carro a una bicicleta según las normas de tránsito es de 1,5 metros aproximadamente, sin embargo, el entrenador asegura que esta distancia nunca se ha respetado. “Desde que yo ando en bici, desde los 8 años, siempre han atropellado, siempre han matado ciclistas aquí en Puerto Ordaz y la gente se da a la fuga, ese es un factor importante a tomar en cuenta”, manifestó.

Barrios se ha planteado la posibilidad de que, de aumentarse la demanda, se amplíe el grupo de trabajo para ampliar las rutas.

A escala nacional

En otras zonas de Venezuela también ha surgido esta alternativa para optimizar las entregas de alimentos y medicinas en la ciudad en medio de una movilidad reducida por la escasez de gasolina.

En Yaracuy, Reinaldo Rodríguez vio en el servicio de reparto a domicilio en bicicleta @quedateencasasf una oportunidad de reinventarse junto a otros compañeros ciclistas en plena pandemia. Así como Eco delivery en Caracas, Bicilivery en Barquisimeto, estado Lara o Deliveryman en Maracaibo.

Venezuela arrastra consigo una crisis de combustible desde mediados de 2018 que se ha agudizado este año por la casi nula producción de gasolina, entre otras razones debido a la falta de inversión de la empresa Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y la salida de Venezuela de la petrolera rusa Rosneft, empresa que ponía en el mercado el petróleo crudo de este país históricamente monoproductor.

Venezuela lleva tiempo importando el combustible, tarea que se le dificulta entre otros factores, por las sanciones de Estados Unidos hacia el régimen de Nicolás Maduro, lo que hace escasa la gasolina y que aumente su venta en el mercado negro por hasta 3 o 4 dólares el litro.

El Gobierno de Venezuela está tratando de reparar algunas refinerías -como la de El Palito en Carabobo-, para aumentar la producción nacional de gasolina, y esta semana comenzó a recibir material de refinación de Irán, según reseña Reuters.