Una apertura honesta hacia el debate, eso hace falta, y no es propiedad de los humanistas. Por eso reivindico el papel de las humanidades desde su etapa formativa sin descuidar la superior. El debate humanístico le pertenece a quien sepa propiciarlo y comprenda su importancia.
Dos amantes corrieron hacia la plaza a tomar agua de la fuente. El hombre sacó un papel del bolsillo de su pantalón, se acercó a la luz del poste para leerlo y dudó de si bajar por el camino empedrado que daba al río o de si subir por la ladera de montaña.
Un modelo de soltería para una conversación casual. Es un ejercicio tomarse un té con Jane Austen, leerla y dilucidar sobre el matrimonio. Con los pies sobre la tierra y los sueños intactos, hacia allá pareciera apuntar la ruta de sus historias.
Tengo una memoria culinaria inolvidable de cuando viajé con mi familia para los Andes por primera vez, siendo adolescente… Las truchas, las arepas andinas con harina de trigo, los jugos en jarras, a partir de esas vivencias, ya los Andes no se me antojaban extraños.
Te pido ¡Oh altísimo! No permitas más nunca las desapariciones forzadas e ilegales en este país ni que nunca más exista un centro de tortura.
Encontrar la voz de la nación no es únicamente leer a sus autores, sino hacerlo en una comunidad de amigos. En el silencio más íntimo se abren los ojos y se dan gracias. Agradecer es reconocer cuáles son los valores humanos que nos han hecho felices en el pasado y que en este instante nos están ayudando a construir camino.
A las minorías no se les perdona ser inmigrantes exitosas cuando escapan al sometimiento, al estrecho espacio donde se les deja trabajar o vivir.
El régimen venezolano pretende erigirse en una tiranía hereditaria casi que de corona, mientras que, a sus aliados españoles y asociados, les entrega la extracción de recursos en bandeja de plata.
Apalancado en el eje de su rueda, Bello giró en el aire y en un latido disparó el balón al arco, hacia la red última. No cualquier gol ha sido este: hay en esa espléndida esfera las huellas del desafío, de elevar la montaña al aire y leer las señales del juego.
Falta poco para las elecciones presidenciales argentinas del 22 de octubre y no va a ser fácil revertir la tendencia, sin embargo, últimamente el electorado ha mostrado capacidad para advertir los engaños.