jueves, 28 marzo 2024
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Larry Devoe: el hombre que acumula cargos dentro del madurismo

Devoe ejerce 7 cargos de manera simultánea. ¿Tiempo para dormir? No sabemos si tiene con esas cargas de trabajo. ¿Los beneficios? Tampoco descartamos que los cobre todos, pero si de algo estamos claros es que hay pocos funcionarios con tanta ascendencia como él.

Rotar funcionarios en cargos públicos de alto nivel ha sido una de las premisas del oficialismo desde los tiempos de Hugo Chávez, cuestión que se agudizó en la gestión de Nicolás Maduro. Pero si de acumular cargos se trata, Larry Devoe debe estar en los primeros lugares.

Larry Daniel Devoe Márquez egresó en 2001 de la Escuela de Derecho de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), donde también se especializó en Ciencias Penales y Criminológicas. También cuenta con un máster en Democracia, Derechos Humanos y Estado de Derecho en Iberoamérica por la Universidad de Alcalá de Henares (España).

Su carrera dentro de la administración pública empezó en la Defensoría del Pueblo, durante la gestión de Germán Mundaraín, el mismo año de su graduación. Se le contrató como defensor II y se mantuvo en el cargo hasta mayo de 2005. Un mes más tarde fue designado jefe de División de Atención al Ciudadano en la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, donde estuvo hasta 2007.

Una de las características de Devoe es que no se ha mantenido sin trabajo durante mucho tiempo. Al salir de Conatel fue designado por el Ministerio de Relaciones Exteriores como asesor jurídico y agente alterno de Venezuela en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), donde se mantuvo hasta 2009.

De esa época, un abogado venezolano señaló a TalCual que, como agente del Estado durante su paso por la CIDH y comparado con el anterior, Larry Devoe “era mucho mejor, no insultaba y sobre todo preparaba jurídicamente sus casos; salvo que defendía un gobierno violador de derechos humanos, su desempeño era profesional”.

Para Devoe, ningún tema es lo suficientemente lejano a sus conocimientos como para no participar. Un rato representante en Ginebra para entregar un informe ante el Comité de los Derechos del Niño, otro momento discutiendo el pacto DESC (Derechos económicos, sociales y culturales), alegando por el Estado para defenderse de la masacre de Vista Hermosa o por las ejecuciones extrajudiciales y torturas contra venezolanos (caso Jimmy Guerrero), pero siempre en la pomada como agente internacional.

Eso no lo detuvo mientras estuvo a cargo de la Dirección de Servicios Jurídicos de la Defensoría, a la que regresó en agosto de 2010.

A mayor experiencia, mayores son los cargos y las recompensas. Eso lo sabe bien Devoe. En mayo de 2014, el vicepresidente Jorge Arreaza lo sacó de la Defensoría y le encargó la secretaría ejecutiva del Consejo Nacional de Derechos Humanos, puesto que nadie le ha logrado arrebatar hasta la fecha.

No solo pasó a cobrar por Vicepresidencia como consultor jurídico en 2015, sino que fue sumando cargos, ¿y sueldos?, de nuevo en el Ministerio de Relaciones Exteriores, al formar parte como agente ante el Sistema Internacional de Derechos Humanos.

A partir de 2020 aumentó la presencia de Larry Devoe dentro del gobierno, nunca en el centro de los reflectores, de no ser en la templada Ginebra, sino como acompañante del poder. Una ficha confiable en procesos de negociación, ya sea con la oposición venezolana o por el Esequibo, reestructuración de empresas y hasta manejo de bancos.

Solo este año y en menos de un mes, tras los escándalos de corrupción que involucraron a varias empresas estatales y le costaron el puesto ministerial a Tareck El Aissami, al abogado se le dio un nuevo espaldarazo de confianza: estar dentro de las juntas de reestructuración e intervención de la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y la Corporación Venezolana de Guayana.

En total, Larry Devoe ejerce siete cargos de manera simultánea. ¿Tiempo para dormir? No sabemos si tiene con esas cargas de trabajo. ¿Los beneficios? Tampoco descartamos que los cobre todos, pero si de algo estamos claros es que dentro del madurismo hay pocos funcionarios con tanta ascendencia como él.