jueves, 28 marzo 2024
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Habitantes afectados en Puerto Ordaz exigen a Bauxilum que detenga las emisiones de óxido de aluminio

Perjudicados por la fuga de alúmina calcinada estiman que la salud de al menos 1.200 familias está en riesgo por la exposición prolongada al material.

Habitantes de sectores afectados por la fuga de alúmina calcinada (óxido de aluminio) proveniente de CVG Bauxilum, protestaron la mañana de este viernes 9 de septiembre para exigir a la estatal el cese de emisiones del material y una producción que priorice la salud de los ciudadanos.

 

Los manifestantes estiman que la salud de al menos 1.200 familias está en riesgo. Aseguran que, aún dentro de sus casas deben usar mascarilla, y que presentan tos, irritación en los ojos y, en algunos casos, dificultad respiratoria

 

Los afectados redactaron una carta en la que piden a Ernesto Rivero, presidente de Bauxilum, que revise el proceso de producción y emprenda el debido mantenimiento de los calcinadores para evitar fallas en sus piezas y, por lo tanto, fugas de material dañino para la salud.

Antes de enviar la petición, los vecinos aspiran la recolección de al menos 100 firmas de habitantes de los sectores Villa Ikabarú, Sierra Parima, El Guamo, Camino Real, Las Acacias y zonas aledañas, en Puerto Ordaz.

Al menos 1.200 familias expuestas 

Quienes habitan en residencias ubicadas en el eje Atlántico y avenida Paseo Caroní están expuestos a emisiones de óxido de aluminio proveniente de la planta de calcinación de CVG Bauxilum desde el lunes 5 de septiembre. La razón de la fuga, explican los trabajadores, es la avería del filtro que impide que el material salga al ambiente.

Los afectados enviarán una solicitud firmada a CVG Bauxilum para pedir el cese de emisiones contaminantes y garantías de no repetición | Fotos Laura Clisánchez

Los manifestantes estiman que la salud de al menos 1.200 familias está en riesgo. Aseguran que, aún dentro de sus casas deben usar mascarilla, y que presentan tos, irritación en los ojos y, en algunos casos, dificultad respiratoria.

“Queremos llamar la atención de quienes dirigen las empresas básicas, en este caso Bauxilum, que desde que arrancó su calcinador sin filtro las casas están inundadas de polvo de alúmina. Nuestros niños se enferman y nuestros ancianos también, estamos respirando todo eso. Necesitamos que nos resuelvan este problema de salud pública, porque ni siquiera contamos con hospitales bien dotados para atendernos después de esta mala praxis de la empresa”, manifestó Yubirit Mora, habitante de Villa Ikabarú.

“Acá nadie está diciendo que está mal que la empresa produzca. Lo que no queremos es que produzca a cuenta de nuestra salud, ¿para qué? Para dar una impresión de productividad que no tenemos porque ni siquiera tenemos un sistema eléctrico nacional que funcione como debería”, agregó.

No hay información oficial disponible sobre la concentración actual del material en el ambiente. Aunque el óxido de aluminio no es considerado una sustancia peligrosa, tóxica o corrosiva per se, la inhalación prolongada en concentraciones determinadas puede provocar irritación en los ojos, o en la piel, alergias, dificultad respiratoria e inflamación de bronquios, especialmente en personas con patologías respiratorias de base, de acuerdo con especialistas y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Preguntas sin respuestas 

Las Normas de calidad del aire y control de la contaminación atmosférica establecen que el límite máximo de concentración de partículas en el ambiente es de 75 microgramos por metro cúbico (µg/ m3). La concentración permitida que se establece en la salida de la chimenea para cualquier partícula sólida es de 150 miligramos por metro cúbico.

Eso sobre el papel. Pero no hay información cuantitativa disponible que permita definir con exactitud el problema, ¿cuánta concentración del material hay en el ambiente debido a la fuga? y si excede los parámetros establecidos, ¿qué tanto los excede? Son interrogantes que permanecen sin respuesta.

Acá nadie está diciendo que está mal que la empresa produzca. Lo que no queremos es que produzca a cuenta de nuestra salud”, denunció una vecina

Aunque después de cuatro días de silencio la estatal reconoció las emisiones de óxido de aluminio, evadió explicar las causas de la fuga y asumir los riesgos que implica para la salud de las personas inhalar y estar en contacto con estas partículas.

Además de ello, la estatal tampoco precisó en cuánto tiempo se solucionará el problema, ni cuánta es la concentración del material que está saliendo por la chimenea. El secretario general de Sutralúmina informó que activarán el calcinador 101 para detener el calcinador con desperfectos, el 102.

“Esto está perjudicando mucho a las personas, esta ciudad tiene a muchos enfermos ocupacionales. Esto se va agravando con la falta de medicinas, galenos, instalaciones… Y puede ser más grave. Pedimos a las autoridades competentes tomar cartas en el asunto para que casos como estos no se repitan”, expresó Raúl Robles, residente de Villa Ikabarú.

Robles manifestó que desde el domingo presenta síntomas respiratorios que considera graves y que atribuye a la inhalación de óxido de aluminio.