La periodista e impulsora del turismo en Venezuela, Valentina Quintero, reveló que, tras su comentario en las redes sociales sobre la “matraca” en las alcabalas por parte de los funcionarios de seguridad y la respuesta que tuvo del ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos, fue contactada por teléfono por el alto funcionario para expresarle su queja acerca de lo dicho en Instagram.
Como se recordará, el sábado 16 de julio Quintero subió un video para manifestar su reclamo contra las alcabalas dispuestas por los funcionarios de seguridad. Aseguró que ese es el “auténtico peligro” que hay en las carreteras, junto con el cobro ilegal de dinero por dejarlos transitar.
Su video tuvo respuesta de varias personas de diversas ideologías, pero también del ministro Ceballos. Allí le dijo que era una “irresponsabilidad” hacer generalidades sobre la actuación de los cuerpos de seguridad que está “enmarcada en la ética profesional”.
Valentina Quintero, en entrevista con El Pitazo, comentó que el mayor general y exjefe del Ceofan la contactó por teléfono y, según relató la periodista, sintió que el titular de Interior y Justicia estaba “molesto” porque era “enfático” en sus planteamientos.
Indicó que Ceballos le decía que la gente debe denunciar ante las instancias correspondientes y que en su gestión se ha hecho énfasis para que la población haga su parte para minimizar ese tipo de irregularidades, pero destacó que no le dijo que su denuncia era “generalizada”; tal y como escribiera en la cuenta.
Afirmó que le respondió al ministro diciéndole que esa situación de la “matraca” ocurre en el país y que ha sido denunciado hasta la saciedad.
Comentó que en todas las carreteras del país hay alcabalas, pero que hay con mayor evidencia en la vía de Oriente, los Andes y hacia las zonas fronterizas con Colombia. Reiteró su recomendación de tener todos los papeles en regla y de esa forma no molestan a los transeúntes, aunque sí aclaró que en algunos casos los funcionarios pueden insistir en cualquier excusa para quitarles dinero.
