jueves, 28 marzo 2024
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Docentes consideran muy cuesta arriba retorno a clases presenciales en Guayana

La deplorable situación de los planteles, las dificultades de movilidad por la escasez de combustible y los bajos salarios del personal docente caracterizan un panorama muy adverso para la vuelta a clases presenciales. | Foto William Urdaneta

@g8che

Nicolás Maduro anunció en días pasados que las clases presenciales se retomarán en el nuevo periodo escolar, específicamente, a partir de octubre y atendiendo al esquema de semanas de flexibilización y cuarentena radical.

En las escuelas no hay luz, no hay agua, no hay mobiliario. Parecen una selva, no hay quien desmalece las instituciones educativas, la maleza arropa la institución”

 Cuestionó una directora de un plantel público

Sin embargo, las carencias estructurales que padecen educadores y colegios hacen del retorno algo cuesta arriba. La directora de un plantel público, que prefirió mantener su nombre bajo reserva, dijo que primeramente se debe trabajar en acondicionar las escuelas, las cuales están “deplorables”.

“En las escuelas no hay luz, no hay agua, no hay mobiliario. Parecen una selva, no hay quien desmalece las instituciones educativas, la maleza arropa la institución”, cuestionó.

Aunque durante las últimas semanas se ha continuado con las jornadas de vacunación y en su colegio solo dos personas faltan por ser inmunizadas, resaltó que durante el año de paralización nadie ha ido a instalar tanques o garantizar medidas de bioseguridad para un retorno. “Mi escuela funciona porque los padres y representantes junto a los directivos tienen la escuela acondicionada”.

Bolívar presenta condiciones particulares por la grave escasez de gasolina y la crisis de transporte público. Personas para trasladarse deben aglomerarse en unidades para llegar de un sector a otro y con precarias medidas de bioseguridad.

La docente recriminó que, además, devengan un salario por debajo de los 10 dólares, no tienen transporte y escasea el dinero en efectivo.

Queremos saber qué opciones va a dar el gobierno para que el docente se movilice, alimente a sus hijos, lave su ropa, que se le garantice la parte económica”

Sin posibilidades

La secretaria del Colegio de Profesores, Yaritza Viña, señaló que, aunque es importante que se retorne a clases, una persona que se mueva hacia un colegio se convierte en un vector contaminante que puede contagiar a otra persona. “Hay mucho miedo no solo por los docentes, si no por los padres y representantes que temen el contagio de sus hijos”.

Para el gremialista los escenarios económicos, sociales y de transporte limitan la posibilidad de retorno. “Queremos saber qué opciones va a dar el gobierno para que el docente se movilice, alimente a sus hijos, lave su ropa, que se le garantice la parte económica”, sostuvo.

Yaritza Viña, secretaria del Colegio de Profesores

Se mostró preocupada “al no haber posibilidades” de que el retorno a clases presenciales se realice de forma segura y con garantías sociales y económicas para el sector educativo.

Otra directora de San Félix señaló que, aunque han logrado acondicionar las estructuras de su colegio a través de la ONG Consejo Noruego para Refugiados y han entregado cocinas, mobiliarios y neveras, todavía su colegio padece de goteras y maleza alta.

“Las condiciones no están dadas”, expresó. “No todos los profesores han sido vacunados (…) no tenemos material de bioseguridad para recibir a los niños, no todo el mundo tiene una buena mascarilla”, cuestionó.

Resaltó los problemas económicos que tienen los profesores y el sacrificio que hacen para trasladarse. “Hay docentes que no tienen ni zapatos, la ropita se les está acabando”, afirmó. “Hay que dar gracias a Dios que aún asisten, porque siendo otros ni vienen a la escuela con esta situación”.

Los problemas estructurales de los colegios y los bajos salarios de los docentes no son un problema nuevo, pero sí hacen un regreso a clases más difícil cuando aún se registran contagiados y el plan de vacunación avanza de forma lenta.

La falta de condiciones para que los niños puedan tener acceso a agua para lavarse los baños o ventilación en los espacios cerrados y las carencias de herramientas para continuar las clases a distancias, genera mayores cuestionamientos sobre como reactivar un proceso educativo golpeado y deficiente.