jueves, 28 marzo 2024
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Competencia desleal y voracidad fiscal atentan contra industria venezolana

Luigi Pisella, presidente de Conindustria, criticó la aprobación de la reforma de la Ley de Registros y Notarías porque se le dio una primera discusión y luego fue aprobada sin haberse hecho las consultas, ni tampoco los estudios económicos.

Luigi Pisella, presidente de Conindustria, quien vino a Barquisimeto para participar en el encuentro empresarial promovido por Fedecámaras, denunció la voracidad fiscal y la exoneración de impuestos a productos importados.

Al hablar con los periodistas, declaró que el sector industrial está trabajando entre el 21 y 23 por ciento de su capacidad instalada.

Se quejó de que no pueda haber crédito para invertir y, por tanto, no es de esperar que haya crecimiento económico.

En busca de mejoras económicas es que hay fuga de talento hacia el exterior, el cual llegó al 60 por ciento en años anteriores y en el 2021 se situó en el 12 por ciento.

Este año se estima una mejoría en las condiciones económicas del país, porque se prevé un leve incremento en la producción petrolera si se alcanza el millón de barriles de crudo.

Los problemas que observa son, entre otros, la recuperación del poder adquisitivo de la gente, ya que los salarios son muy bajos y en el sector privado se está por el orden de los 120 dólares mensuales, lo que considera insuficientes.

Para el sector privado es preocupante la voracidad fiscal, ya que las tasas son exageradas.

Al mismo tiempo, a quienes tienen licencia de importación no se les cobra IVA, ni otros impuestos, motivo por el cual se produce una competencia desleal con los productos procedentes del extranjero.

El dirigente gremial criticó la aprobación de la reforma de la Ley de Registros y Notarías porque se le dio una primera discusión y luego fue aprobada sin haberse hecho las consultas, ni tampoco los estudios económicos y se dejó a un lado la unidad tributaria para utilizar el petro.

En este sentido se refirió a los costos que representan los trámites que hagan no sólo los empresarios, sino los ciudadanos cuando requieran vender un bien, como por ejemplo un vehículo automotor.

También fustigó los cobros hechos por Saren, ya que este organismo elevó la el costo de la prestación de sus servicios.

Aunque reconoció que hay muchas dificultades para seguir trabajando, afirmó que el sector industrial está dispuesto a echarle pichón a sus actividades. Y abrigó la esperanza de que la industria se va a recuperar.