miércoles, 17 abril 2024
Search
Close this search box.
Search
Close this search box.

Indígenas de la Amazonía trazan su ruta para encarar segunda ola de COVID-19 ante desprotección estatal

La Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica) pide recaudar 5 millones de dólares para enfrentar la pandemia que ha contagiado a unos 35 mil nativos.

@mlclisanchez 

Con una segunda ola de contagios por COVID-19 que incluye la incidencia de la nueva cepa del virus en Brasil, la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica) convoca con urgencia al grupo de Gobernanza del Fondo de Emergencia de la Amazonía (FEAM) para recaudar como mínimo cinco millones de dólares necesarios para brindar asistencia sanitaria a los pueblos indígenas diezmados por la pandemia de coronavirus.

El llamado lo hicieron a través de la rueda de prensa virtual Segunda ola de COVID-19 y discriminación sanitaria diezman a pueblos indígenas de la Amazonía, ofrecida este miércoles 26 de enero.

Hasta ahora, al menos 35 mil indígenas de la Amazonía se han contagiado de COVID-19 y 2.500 han muerto a merced del virus y excluidos de las estrategias sanitarias de sus gobiernos, especialmente en Brasil, Colombia, Perú, Guyana y Guyana Francesa.

“Estos no son solo datos, son realidades que duelen. Estas son heridas que no han cicatrizado, no existimos para los planes de los gobiernos”, dijo Francinara Soares, coordinadora de las Organizaciones indígenas de la Amazonía Brasileña (Coiab) e indígena del pueblo baré.

José Gregorio Díaz Mirabal, indígena venezolano y coordinador general de la Coica, informó que el año pasado la organización fijó el presupuesto de cinco millones de dólares para poder costear la ayuda sanitaria y alimenticia de los pueblos indígenas de la Amazonía a través del FEAM, pero no llegaron a los tres millones recaudados. “Y con todo y eso, logramos llegar a sitios donde no llegó el Estado, a donde no llegó el gobierno que solo se enfocó en las ciudades”, señaló.

Venezuela y Ecuador son los países de la Amazonía que registran una menor tasa de contagios incluso dentro de los territorios indígenas. Eso tomando en cuenta que en Venezuela se desconoce la cantidad de pruebas PCR y de antígenos que se hacen en las comunidades y con cuánta frecuencia se aplican, lo que constituye un sesgo epidemiológico que impide determinar el verdadero impacto de la COVID-19 en el territorio.

En la Amazonía hay una tasa de incidencia de contagios de 2.781 por cada 100 mil habitantes. Y 27 personas fallecen por cada 1.000 contagios según los cálculos de la Organización Regional de Pueblos Indígenas del Amazonas de Venezuela (Orpia). Entre finales de 2020 e inicios de 2021, los contagios aumentaron 24% en toda la región y la tasa de fallecidos también aumentó 18%.

Durante la última semana de análisis de las organizaciones que integran la Coica, se llegó a la conclusión de que cinco de las nueve amazonias de la región tienden al alza de los contagios, y quienes encabezan la lista por encima del parámetro son Guyana Francesa con 4.890 contagios y Brasil con 4.432 contagios por cada 100 mil habitantes. Mientras Ecuador registra una tasa de 621 contagios y Venezuela 211 contagios, ambos por cada 100 mil habitantes.

Coica exige que los pueblos originarios sean considerados grupos prioritarios y reciban una respuesta inmediata en medio de la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus, tomando en cuenta la incidencia que las nuevas cepas del virus están teniendo en países de Latinoamérica, principalmente en Brasil, país vecino de Venezuela, Colombia, Perú y Bolivia.

La organización solicita que todas las comunidades indígenas sean incluidas en el Fondo de acceso Global para Vacunas COVID-19 (Covax). Pues este fondo con 190 países aliados, tiene el objetivo de garantizar el acceso equitativo a las vacunas contra la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.

“Logramos llegar a sitios donde no llegó el Estado”

Díaz Mirabal aseguró que si la alianza de organizaciones indígenas amazónicas logra recaudar más de tres millones, lograrán un mecanismo directo de apoyo a las comunidades a través de las organizaciones.

“Si llegamos a superar los tres millones que recaudamos el año pasado creo que sería suficiente para lograr un mecanismo directo de apoyo a las comunidades a través de nuestras organizaciones”, dijo. Coica sostiene que es imprescindible que los gobiernos vuelquen su mirada hacia las poblaciones indígenas que han estado desatendidas desde el inicio de la pandemia.

Además, el coordinador alertó que la variante del SARS – Cov – 2 está presente -y con fuerza- en la cuenca amazónica. “Hay una alerta máxima en las fronteras con Brasil y los países que están alrededor de la cuenca. Si no hacemos un cerco sanitario urgente en esta frontera se repetirá la historia del 2020 con mucha más emergencia y dolor”, afirmó.

Hay que tomar en cuenta que Venezuela tiene una estrecha conexión con dos países de la Amazonía que llevan un ritmo de contagios por COVID-19 acelerado, que son Colombia y Brasil, por el movimiento migratorio constante de entrada y salida del país por la emergencia humanitaria compleja.

Por lo que no hay garantías de que esté libre de la incidencia de las nuevas cepas del virus SARS-Cov-2 o esté exenta de una cifra mayor de contagios que la reportada por la fuente oficial en las comunidades indígenas. Como bien ha reportado la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman) en sus proyecciones.

Siete líneas de acción

Francinara Soares, coordinadora de las Organizaciones indígenas de la Amazonía Brasileña (Coiab) e indígena del pueblo baré, propuso siete líneas de acción para combatir la COVID-19 en los territorios amazónicos.

Iniciando por un plan de vacunación que cubra al 100% de los pueblos indígenas de toda la Amazonía. Hasta ahora, solo Brasil tiene plan de vacunación que incluye a los pueblos indígenas y que solo cubre 45% de la demanda.

En Venezuela todavía no hay un plan de vacunación para la población en general, aunque recientemente el Gobierno nacional firmó un contrato para adquirir 10 millones de vacunas Sputnik-V, aunque la compañía a la que pertenece la vacuna, Gamaleya, no ha publicado en revistas científicas los resultados de la fase III de experimentación. Desde que inició la pandemia, el país tampoco cuenta con una estrategia diferenciada para proteger a los pueblos originarios.

Soares también propone fortalecer las barreras sanitarias, que incluyan unidades de atención primarias para pueblos indígenas tomando en cuenta las características específicas de cada pueblo. Además, que el Estado garantice a las comunidades la adquisición de Equipos de Protección Personal (EPP).

Coica hace un llamado urgente a las autoridades para que garanticen la adquisición masiva de cilindros de oxígeno para las comunidades. En medio de la alarma sanitaria mundial, este insumo se ha vuelto cada vez más costoso y más escaso en la mayoría de los países.

Soares señala como imprescindible fortalecer el apoyo continuo a las comunidades con cestas de alimentos y kits de higiene, además de apoyo logístico para la movilidad fluvial, aérea y terrestre de los pueblos.

También sostiene que el equipo operativo de Coica requiere un soporte técnico, en comunicación y apoyo económico constante para gastos directos e indirectos de la respuesta sanitaria en las comunidades indígenas.

Las vidas indígenas importan

Informó que para 2020 y con el apoyo de varios socios y simpatizantes, solo en Brasil se entregaron aproximadamente 142.228 toneladas de alimentos, 4.754 kits de higiene, 18.148 equipos de protección personal y 3.040 artículos agrícolas, de caza y pesca.

“Si no tenemos ese apoyo a nivel nacional, tenemos que hacer presión a nivel internacional. Las vidas indígenas importan, estamos en una guerra contra la COVID-19, contra el tiempo y contra gobiernos que se empeñan en tratar la enfermedad como una gripe mientras nosotros estamos perdiendo a nuestros hijos”, dijo Soares.

La mujer informó que solo en Brasil la tasa de muerte por COVID-19 supera el 200% de la media nacional en los pueblos indígenas. Se han perdido más de 700 vidas indígenas de 149 pueblos de la Amazonía brasileña.

En ese contexto es que los pueblos indígenas de todos los países amazónicos, al ser ignorados por sus ministerios de salud, se articularon para emplear un plan propio de combate sanitario contra el virus.

“Nosotros no queremos perder más vidas, los que más están siendo impactados en esta segunda ola son nuestros niños y nuestros jóvenes, entonces nuestro futuro no puede ser quitado de nosotros”, resaltó Soares.